Alejandro Arredondo, arquitecto mexicano radicado en París, desempeña un papel fundamental en la reconstrucción de la Catedral de Notre-Dame tras el devastador incendio que sufrió el 15 de abril de 2019. Este incendio conmovió al mundo, dejando una huella imborrable en uno de los monumentos más emblemáticos de Europa.
Arredondo, originario de Coacalco, Estado de México, es el único mexicano trabajando en este monumental proyecto. Colabora con el equipo de Art Graphique et Patrimoine (AGP), encargándose de la elaboración de los planos del edificio.
"Uno de los mayores desafíos fue asegurarse de que los planos quedaran idénticos a como estaban antes del incendio", comenta Alejandro.
Alejandro vive en Europa junto a su esposa y se dedica a proyectos relacionados con la arquitectura. Aunque no tiene conocimiento de otros mexicanos en el proyecto, menciona que el equipo incluye a una arquitecta estadounidense y a un italiano, lo que refleja la diversidad del grupo trabajando en la restauración de Notre Dame.
Alejandro es encargado de realizar los planos
Entre sus responsabilidades, Alejandro ha coordinado la creación de una maqueta precisa que ha sido esencial para determinar las medidas exactas necesarias para la restauración de los metros cuadrados afectados y los materiales requeridos. Esta fase del proyecto ha sido crucial para llevar a cabo una restauración fiel al diseño original.
La reconstrucción, que ha tomado un año, ha tenido como objetivo principal realizar un informe detallado de los daños causados por el incendio y desarrollar los planos y la maqueta necesarios para la rehabilitación de Notre-Dame. Alejandro destaca que, desde el inicio, la misión ha sido completar la reconstrucción para el 2024, con la reapertura de la catedral programada para diciembre de este año.
Actualmente trabaja en la restauración de la sacristía
Además de su trabajo en los planos y la maqueta, Alejandro está actualmente enfocado en la restauración de la sacristía, la cual se transformará en un museo. Las bóvedas y la estructura de madera que sostiene la cubierta de la catedral ya están terminadas, y ahora solo resta retirar algunos andamios y finalizar los detalles pendientes.
La Catedral de Notre Dame, antes del incendio, era uno de los destinos turísticos más visitados, recibiendo entre 13 y 14 millones de visitantes cada año.
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