Para llegar a París 2024, Ever Palma tuvo que dividir su tiempo entre los extenuantes entrenamientos en el Centro Nacional de Alto Rendimiento y atender un negocio de aguacates que puso con su familia en la Central de Abastos de San Vicente Chicoloapan (Estado de México) para completar sus gastos.
Al final, el esfuerzo familiar tuvo su recompensa y el marchista vivirá sus terceros Juegos Olímpicos en la debutante prueba del maratón de relevos mixtos junto con Alegna González; en la cual, tiene como objetivo quedar entre los ocho primeros para obtener el diploma olímpico.
Eso sí, llegar a París no fue sencillo pues, aunque Ever también cuenta con la marca olímpica para los 20 kilómetros de manera individual, la alta competitividad que hay en México lo desplazó de competir en la que es su prueba principal y fue hasta las últimas semanas que selló su boleto en los relevos mixtos. Y hoy, el sacrificio de esos traslados entre el CNAR y la Central de Abastos tendrán su recompensa en suelo parisino.
¿Cómo te sientes de volver a otra cita olímpica?
El sentimiento que tengo siempre es el mismo, la ilusión de representar a México siempre es bien grande, además de mucha felicidad y alegría también. Son ciclos de cuatro años que son altas y bajas, afortunadamente hemos aprendido demasiado, ya que tuve bastantes entrenadores, muchos campamentos y competencias, lo cual nos ha ayudado últimamente en las estrategias que hemos aplicado dentro y fuera de los entrenamientos.
¿Qué experiencia te dejó tu primera participación olímpica?
En Londres, la verdad, no sabía la magnitud de la competencia, tenía un entrenador que se llamaba Jordi Llopart, español, y duré con él cuatro años y la verdad es que lo hice muy bien. De él aprendí que tenemos que estar un poquito más desconectados del medio y duramos muchas temporadas en España, donde afortunadamente tuve el apoyo económico de mi familia. Para Río 2016 tuve muchos podios de la serie Mundial de Caminata y al final, por los malos selectivos, ya no llegué en las mejores condiciones a esa justa olímpica. Por lo tanto, ahora es lo que queremos cambiar, hice menos competencias para llegar más completos a los Juegos Olímpicos de París 2024.
¿Qué expectativas tienes ahora en París 2024?
Lo que yo quiero hacer es mejorar mis lugares, hemos ido descendiendo poco a poco. En los primeros Juegos Olímpicos hice lugar de 42, después en Río de Janeiro quedé en el lugar 14, mientras que en el mundial de Oregón 2022 el lugar 11. Por lo tanto, nuestro objetivo real es quedar dentro de los primeros ocho, que ya es puesto de finalista mundial y se puede estar más adelante, pero obviamente vamos a pelearlos todos los lugares que podamos.
¿Qué sacrificios has hecho en este ciclo olímpico?
Yo no lo veo como sacrificio, solo son decisiones que hacemos todos los días. La decisión de buscar ser mejor y lograr tu sueño. Eso es lo que lo que hemos pasado todos estos 16 años en alto rendimiento, 16 años que ya llevo lejos de mi casa. He vivido con mi hermano toda la vida, pero mis papás nos apoyan externamente. Somos del estado de Michoacán y desde hace 16 años ya vivimos aquí, entonces han sido como muchas experiencias que he vivido y hemos ido madurando. Ya hice mi carrera, mi maestría, además tengo ahí algunas cosillas que me han ayudado a mantenerme en la capital.
¿Tienes otra forma de solventar tus gastos?
Ahora estamos con la venta de aguacates y es lo que nos ha ayudado también a mantenernos. En la central tenemos un negocito y entonces ahí vendemos el aguacate. Este negocio surgió por la falta de recursos para ir competir o estábamos muy a expensas de que nos dijeran si había dinero o no; entonces, no podíamos seguir así. Tuvimos que costearnos los campamentos nosotros y con los pocos apoyos que teníamos no nos alcanzaba; por ejemplo, en una competencia gastamos 60 mil pesos, por lo que decidimos empezar con esta venta no solo para la carrera deportiva, sino también para cuando decidamos retirarnos del alto rendimiento y no empezar de ceros.
Es decir, ¿qué nunca se quedaron con los brazos cruzados?
Pues no, no debemos quedarnos con los obstáculos que, como te digo, yo no me quejo, sino que me ocupo más por encontrar una alternativa. Somos gente de trabajo, es algo que nos ha inculcado mi papá y siempre nos dice que el trabajo es el que siempre va a pagar. Somos un equipo, una familia muy unida, mi primer equipo y el mejor que he tenido durante toda mi vida; ellos siempre están pendientes, así que quiero recompensar ese esfuerzo que ellos han hecho por mí también con buenos resultados.
Al escuchar la palabra París 2024, ¿qué es lo que viene a tu mente?
Lo primero que viene a mi mente es una revancha que he esperado mucho, llevo ocho años esperando este momento para sacarme la espinita que tengo desde los Juegos Olímpicos de Río 2016.
RGS