El ajuste que hubo en este ciclo olímpico, para los apoyos económicos que otorga la Conade, provocó que muchos atletas tuvieran que buscar otros medios para financiar su preparación. Tal fue el caso de Ever Palma, quien junto con sus hermanos y padres colocó un puesto de aguacates –que él mismo atiende– en la Central de Abastos de San Vicente Chicoloapan, en el Estado de México.
"Durante la pandemia surgió la idea en Ever, fue en el momento que estábamos sin trabajo y nos dedicamos a hacer cubrebocas, entonces fue él quien decidió que se vendiera aguacate, tuvimos esa facilidad, por lo tanto, así inició este negocio con la finalidad de que tuvieran recursos para lo que necesiten en su disciplina", platica Ana María Olivares, mamá de Ever.
Lunes a viernes los hermanos, Ever, Isaac y Adrián, se organizan para darle tiempo al negocio, mientras que sábado y domingo tienen constantemente la ayuda de sus padres, quienes traen el producto de Michoacán.
"Siempre estamos al pendiente de ellos, por eso venimos todos los fines de semana y solo al año faltamos dos o tres fines de semana, pero es por causas mayores. Sí tenemos que venir a ver cómo están, cómo van, qué necesitan, todo eso es importante, el apoyo de la familia", cuenta Ana María.
Por su parte, el papá de Ever, Antonio Palma, señala que tras la falta del poco apoyo que tienen los deportistas durante el ciclo olímpico, la idea de vender ayudó a que consiguiera su hijo el sueño olímpico.
"Vimos que Conade no los estaba apoyando porque cortaron mucho presupuesto, entonces teníamos que ver una alternativa y como nosotros somos de Michoacán vimos que sí era muy buena la idea de vender aguacate. Ever debe completar los gastos, antes de conseguir la clasificación no tienen mucho apoyo, por eso este negocio para que puedan completar. Primero venimos a ver a los compañeros de la central de abasto y preguntar si nos daban la oportunidad de vender en este pedazo, entonces viendo que había aguacate en Michoacán, pensaron mis hijos que podían vender aquí", precisó Antonio.
En el negocio también han tenido al apoyo fundamental del ex marchista Clemente García, quien se encuentra ahí todo el tiempo en el puesto, mientras que los hermanos Palma llegan en ciertos horarios para complementar el trabajo.
Ser atleta olímpico es un privilegio
Antonio Palma se siente orgulloso de que Ever se siga manteniendo en la elite a pesar de las adversidades y que vaya a competir en una justa olímpica, lo cual muy pocos pueden hacerlo.
“Imagina ver a tu hijo en la cima de todos los deportistas, he platicado con ellos y les he dicho que hay millones de seres humanos en la tierra, pero solo van 10 mil a Juegos Olímpicos y dos de ellos son mis hijos. Un atleta puede ser campeón nacional 20 años, pero sin ir a Juegos Olímpicos no es nada”, expresó.
RGS