Una figura del equipo femenino británico de rugby a siete se retiró el martes de los Juegos de París-2024 en medio de una polémica por racismo, después de que saliera a la luz una imagen suya con la cara pintada de negro.
La Asociación Olímpica Británica informó que había abierto una investigación sobre la jugadora Amy Wilson-Hardy después de que la fotografía circulara en las redes sociales desde última hora del lunes.
La imagen, enviada en un mensaje de WhatsApp ampliamente difundido por medios británicos, mostraba a la deportista de 32 años con la cara pintada parcialmente de negro y la lengua fuera.
El mensaje incluía la frase "pensé que tendría más posibilidades con los negros".
Wilson-Hardy, de 32 años, no jugó el partido de Reino Unido contra China del martes, que se saldó con una memorable victoria de la selección asiática por 19-15.
En un comunicado, el equipo británico informó que la jugadora "se había retirado por motivos médicos".
La capitana, Emma Uren, declaró que las jugadoras desconocían las acusaciones y estaban haciendo todo lo posible por centrarse en el deporte.
"No nos han hablado mucho de ello porque sabemos que tenemos que centrarnos en el partido y en el torneo", afirmó Uren.
"Es bastante sorprendente cuando algo así aparece en mitad de una competición olímpica", admitió.
Este incidente se añade a los problemas del rugby a siete británico, después de que el equipo masculino no se clasificara para los Juegos al perder contra Sudáfrica.
El combinado femenino llegaba, sin embargo, con esperanza de medallas, pero cayó en los cuartos de final frente a Estados Unidos.
Después vendría la derrota ante China, que les relegó a jugar por la séptima plaza contra Irlanda.
JCVL