La selección mexicana femenil ganó este viernes su primera medalla de oro en los Juegos Panamericanos tras vencer 1-0 a un afectada y sin portera escuadra de Chile en la final del certamen.
La delantera María José Urrutia tuvo que ponerse esta vez los guantes, pues las anfitrionas se quedaron sin porteras para la final al perder a la estelar Christiane Endler y a su suplente Antonia Canales, ausentes porque debieron reincorporarse a sus clubes en Europa, el Olympique de Lyon y el Valencia.
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Fue un buen tiro libre el ejecutado por Bernal, en el minuto 29, y la pelota, con comba, sobrepasó a Urrutia aunque esta se estiró todo lo que pudo.
Hubiese sido un disparo exigente para cualquier arquera, aún si se apedillara Endler y fuese considerada por muchos como la mejor del mundo; pero para Urrutia, acostumbrada a otras lides, era imposible.
La tribuna le brindó una ovación a Urrutia, de 29 años, cuando salió a calentar con una camiseta negra de portera con el dorsal 9 tradicional de los delanteros.
Todas las jugadoras de Chile se quedaron sentadas en el césped unos segundos, inmóviles, antes del pitazo inicial, con la pelota esperando en el círculo central. Era su protesta ante la insólita situación que le tocó al equipo entrenado por Luis Mena.
Sin una portera pura, la fórmula de México era evidente: rematar, fuese como fuese, desde cualquier lado.
Lizbeth Ovalle fue la primera que probó los reflejos de Urrutia, cuando no se habían cumplido cinco minutos, pero esta respondió.
Cada vez que la portera de emergencia tocaba la esférica, sonaban aplausos.
Aunque la selección de Chile intentó subir metros para que México no la acorralara, el Tri empezó a ganar terreno.
Ovalle disparó suave, sin poder conectar bien, tras un corner en el minuto 24 y Diana Ordoñez cabeceó en otro tiro de esquina en el 26. Las dos veces embolsó Urrutia.
Una mala salida de la portera en un corner, que Ordóñez no pudo aprovechar, fue un mal augurio: poco después llegó la falta que cobró Bernal.
Nada más comenzar el segunto tiempo, un choque con Ordóñez dejó tendida sobre el césped a Urrutia. Alarmas prendidas. Se puso de pie entre aplausos y siguió.
Sin embargo, el partido se convertía en un monólogo de México ante un Chile que estaba fuera de partido y que además estaba muy limitado con los cambios.
No solo se fueron antes de la final Endler y Canales, sino también la centrocampista Karen Anaya y la defensora Camila Sáez y, para colmo, se lesionó otra zaguera, Su Helen Galaz, quien apareció en la planilla del partido como guardameta suplente.
Aunque tuvo ímpetu, en especial sobre el cierre del compromiso, Chile no generó jugadas que pusieran en verdadero peligro el triunfo del Tri.
México gana su primer oro en el fútbol femenino de los Juegos Panamericanos, después de haber conquistado cuatro en su historial en el masculino (1967, 1975, 1999 y 2011). Más temprano, Estados Unidos se llevó el bronce con una victoria 2-0 ante Argentina.
MGC