A Lucila Venegas siempre le gustó el futbol, pero no imaginó verse con un silbato. Cuando aún estaba en la Universidad de Guadalajara, una amiga la invitó a arbitrar en una Liga para que sacara algo de dinero, dejara su trabajo en un tianguis y jugara los domingos. “Yo no sé nada de arbitraje”, le dijo Lucila en aquel instante, pero lo hizo. Y aunque su primer partido entre niños de seis años terminó con padres enfurecidos por su desempeño y ella huyendo en moto, esa decisión la llevó al camino que marcaría su vida.
Venegas es Premio Nacional del Deporte 2020, un título que corona el esfuerzo y que acompaña a otros grandes tesoros como el arbitrar en la Copa del Mundo Femenil y los Juegos Olímpicos. Su carrera no ha sido sencilla. En entrevista con MILENIO-La Afición explica que en el gremio han minimizado su esfuerzo y que aún tiene que poner de su bolsa para ir a arbitrar los partidos de la Liga Femenil.
Hoy aún hablamos de jugar o ser árbitro por pasión, ¿cómo ves el tema de los sueldos?
Difícil, porque al final del día yo tengo que valerme de la buena voluntad de la gente para la que trabajo. La parte buena es que trabajo en la educación física, me han apoyado mucho, soy maestra, pero al final del día no dejas de depender de otras personas, y económicamente no dejaría mi trabajo porque es mi sustento, no puedo deslindarme y decir que me voy a dedicar solo a arbitrar. Yo estoy en la Liga Femenil y a veces sí sales poniéndole un poco. No creo que sea inmediato, pero si es algo que la Federación quiere conservarlo va a tener que hacer algunos cambios por el bien de todos, de las muchachas, de las árbitras, y por el bien del futbol; cuando uno pide calidad, hay que invertir tiempo y dinero.
¿Qué ha sido lo más difícil de tu carrera en el arbitraje?
Tú esperarías que todo viniera de afuera, pero a veces el reto más grande está en el gremio, en tus mismos compañeros. El reto es que eres mujer, estás en un ámbito de varones y tienes que trabajar más para conseguirlo. Al final del día, nuestro futbol ya tiene Liga Femenil, pero las otras categorías que son Sub 17, Sub 15, Liga de Expansión, es mucho y todos son varones, no digo que esté mal.
Me gustaría decirte, ‘me enfrenté a un monstruo de seis cabezas un día’, pero no, esto es del día a día, y es más complicado, descubres que hay que entrenar más, que hay que ir a trabajar, porque al final del día yo no vivo del arbitraje, soy maestra también. Me levanto, entreno, trabajo, como, me voy a mi otro trabajo y salgo y entreno otra vez. Entregas tu vida a esto.
Para el 2003 había un curso de árbitros profesionales; éramos ocho mujeres y fui la única que aprobé, lo hice en año y medio.
¿A qué te refieres con dificultades en el mismo gremio?
Tienes que estar listo para comentarios de tus compañeros, porque los hay, te dicen ‘qué fácil ir a un Mundial de mujeres’. Yo respondo, ‘pues cuando vayas a un Mundial, aunque sea de mujeres como dices, platicamos’, ‘qué fácil ir a Juegos Olímpicos de mujeres’, y vuelvo a contestar, ‘pues cuando vayas a unos me platicas tu experiencia’, porque piensan que te lo regalan, pero al final del día no es así, también nosotras competimos, nos eliminamos y tenemos retos que superar.
¿Se sigue minimizando el trabajo de la mujer en el futbol?
El otro día prendí la radio y escuché a un comentarista deportivo en Guadalajara y decía ‘es que yo no sé, el futbol femenil sigue sin engancharme, no me llama verlo’, eso es un comentario machista, misógino, pero eso nos da una idea que es un tema cultural.
Su mejor experiencia
Lucila Venegas guarda como su más grato recuerdo el encuentro de los Juegos Olímpicos entre Suecia y Brasil en el estadio Maracaná. “Salimos tarde porque no teníamos escolta. Tienes que llegar hora y media antes a los partidos internacionales, nosotros llegamos 40 minutos antes. Los equipos no habían salido porque tienen que esperar la revisión de los árbitros. Cuando al fin entramos al campo, estábamos probando el sistema y le digo a mi equipo, ‘algún día se imaginaron que iban a estar arbitrando en el Maracaná, después de que lo hicimos en campos de tierra, fíjense bien’, por ahí solamente se escuchó un suspiro”.
Gran trayectoria
Lucila Venegas lleva 15 años en el arbitraje profesional y desde 2008 tiene gafete FIFA
Ha pitado en:
2 Mundiales Femeniles (2015 y 2019)
1 Juegos Olímpicos, rama femenil (2016)
2 Mundiales Femeniles Sub 17 (2014 y 2018)
1 Mundial Femenil Sub 20 (2012)