Los Acereros de Pittsburgh se metieron el pie a sí mismos. De la manera más increíble, cuando finalmente habían llegado adonde necesitaban para patear un gol de campo que enviara el partido a la prórroga, JuJu Schuster perdió el ovoide y sentenció la derrota 31-28 del equipo negro y amarillo ante los Santos de Nueva Orleans. Un descalabro que podría costarle la temporada a los de Pensilvania.
Tras ser detenidos en su primera ofensiva, los Acereros recuperaron el balón cuando Sean Davis interceptó un pase de Drew Brees, y entonces Ben Roethlisberger guió a su equipo para conseguir los primeros puntos del encuentro, con un gol de campo de 49 yardas de Chris Boswell.
Pero la ofensiva de los Santos respondió de inmediato, y con un acarreo de una yarda de Mark Ingram II tomaron la ventaja 7-3. Esa ofensiva se mantuvo viva cuando Nueva Orleans, en cuarta y una en la yarda 34 de Pittsburgh, consiguió el primero y 10 gracias a un castigo de Joe Haden que dejó en la yarda uno a los de negro y dorado.
Pittsburgh recortó a la mínima con otro gol de campo de Boswell, éste de 30 yardas, pero nuevamente el equipo de Luisiana se fue arriba con otro acarreo, en esta ocasión de ocho yardas recorridas por Alvin Kamara, para irse arriba 14-6.
Un envío de tres yardas de Big Ben para Jaylen Samuels puso el 14-14, pero antes del descanso, Wil Lutz, con un gol de campo de 43 yardas, le dio una ventaja de tres a los suyos,
Con el 17-14 a favor de Nueva Orleans se fueron al descanso.
Para abrir el tercer cuarto, una vez más la ofensiva local machacó a la defensiva de los Acereros y lo coronó con otro TD de Kamara, éste de una yarda, para poner las cosas con 10 de diferencia: 24-14.
Entonces vendría el mejor momento de los de la AFC, y en su siguiente ofensiva, con un pase de tres yardas de Big Ben para Antonio Brown recortaron la desventaja a solo tres unidades. Y minutos después, con la misma combinación, pero en un envío de 20 yardas, los de Pensilvania tomaron la delantera por cuatro puntos, 28-24.
El nerviosismo se apoderó de los protagonistas y tras un balón suelto de Pittsburgh y un gol de campo bloqueado a los Santos, el marcador se mantuvo igual… hasta que con 4:06 en el reloj, Nueva Orleans tomó el balón y realizó una ofensiva de 10 jugadas para, una vez más, darle la vuelta al marcador.
Desde la yarda dos, un envío de Brees a Michael Thomas consumó otra voltereta y puso el marcador 31-28. Quedaban únicamente 85 segundos en el reloj y lo mejor estaba por venir.
Desde su yarda 25, Roethlisberger movió las cadenas con un pase increíble, de 19 yardas, a Brown, en jugada de cuarta y 15. En la 42 de Nueva Orleans y a 41 segundos del final, Big Ben conectó con Smith-Schuster, quien alcanzó la yarda 35, lo que dejaba un intento de 52 yardas para Bowell, pero una estupenda jugada defensiva de Sheldon Rankins lo hizo perder el ovoide y, en consecuencia, el partido.
Pittsburgh se metió en un gran lío, porque su calificación ya no está en sus manos, ahora depende de que Cuervos pierda la próxima semana ante Cleveland, y, claro, él venza a Cincinnati.
El mejor
Nueva Orleans aseguró terminar como el mejor de la NFC y recibir los playoffs en casa.
En problemas
Pittsburgh ya no puede ser comodín; para calificar necesita que Baltimore pierda ante Cleveland.