América destroza a las Chivas

Jornada 12. Las Águilas volvieron a ganar en el torneo y lo hicieron con una goleada sobre El Rebaño, que terminó el Clásico con dos jugadores expulsados.

Sebastián Córdova reapareció con un doblete. Iván López
Higinio Robles
Ciudad de México /

No hay juego más pasional en México que el Clásico Nacional, el partido de partidos, y cuando los dos equipos llegan con necesidad de lograr la victoria la temperatura aumenta. Anoche en el Azteca pasó lo que se preveía, es decir, que América se aprovecharía de unas Chivas maltrechas, eso ocurrió y las machacó 4-1 en un juego clave para ambos.

En la tribuna hubo pasión y en el campo goles, que es lo que más se festeja en estos juegos y para América fue especial, porque un canterano marcó la diferencia. Sebastián Córdova se convirtió en héroe, al romper el planteamiento ultradefensivo con el que se presentó Luis Fernando Tena en el banco rojiblanco.

Ya se intuía que el Flaco partiría del orden para tratar de rescatar algo en el Azteca, pero anoche mandó una muralla, con línea de cinco y dos contenciones para cerrar espacios al cuadro azulcrema. América no se guardó nada, Miguel Herrera hizo algunos ajustes, mandó de inicio a Sebastián Córdova en la media junto a Guido Rodríguez —una lectura adecuada del Piojo— y a Federico Viñas como eje de ataque.

Las Águilas gobernaban la pelota, los tapatíos apretaban la mandíbula y se revolvían para no dejar algún resquicio. Sin embargo, llegó el primero de América, en una lección de contragolpe, precisión en todos los toques, desde atrás y en el acompañamiento posterior, y hasta un lujo de Renato para proyectar a Roger; el colombiano arrastró la pelota y sirvió para Córdova, que se comió a la zaga de Chivas y batió a Toño Rodríguez al 18’.

Parecía que iniciaría un nuevo partido, pero no, Chivas no cambió ni un ápice. No jugaba a nada, solo Van Rankin probó de media distancia, su tiro fue desviado. Hacía mucho que no se veía un equipo rojiblanco tan mezquino.

Luego vino una acción dantesca. Al minuto 37, Giovani controló la pelota y Antonio Briseño se lanzó con todo, al defensa se le cruzaron los cables y con la pierna izquierda por alto impactó en el muslo derecho de Gio, quien cayó herido, sangrando. Sus compañeros vieron lo ocurrido y se alejaron conmocionados de ver cómo estaba dañada la pierna de su compañero. El árbitro Fernando Guerrero echó a Briseño y Giovani se fue al hospital.

El juego se enfrió, pero América se volvió a meter justo antes del descanso. En la compensación, Paul habilitó a Córdova y de nuevo el canterano hizo daño, venció a Rodríguez para decantar el Clásico en favor de las Águilas. Fue la noche de le reivindicación de Córdova, quien contra Pumas se fue expulsado.

Todo lo tenía en contra Chivas para el complemento, Luis Fernando Tena sacó a Vega y mandó a Fernando Beltrán. Y Chivas reaccionó casi de inmediato con un gol de Alan Pulido, quien controló en el área un pase de Van Rankin y con un tiro cruzado doblegó a Ochoa. El partido creció, los rojiblancos lucían mejor; América sabía que no podía recular, menos cuando tenía un hombre más. Córdova acarició el tercero con un tiro de media distancia que salvó Rodríguez.

Entró en acción el VAR y no se marcó un penal que reclamaba América y después vino otra acción del mismo VAR, por unas manos de Ponce, Fernando Guerrero fue a ver la jugada y marcó el penal, y encima expulsó a Cervantes por reclamar.

Aguilera cobró con fuerza, ahora no hubo discusión por ello y el argentino terminó se sellar el Clásico para América al 79’. Y Henry al 89' redondeó la fiesta.

América se llevó una victoria crucial, llena de orgullo, dejó maltrecho a Chivas, que no ve el punto final de su crisis. La racha del América llegó a su final y es sublíder del torneo. Todo, salvo lo de Giovani, le salió bien a las Águilas, que no le fallaron a su dueño ni a su gente. El Rebaño y Tena tienen mucha tarea por delante. 


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