Después de más de medio año, la espera terminó. La NFL regresa con los Bucaneros de Tampa Bay, actuales campeones, que reciben a los Vaqueros de Dallas en el Raymond James Stadium.
Será un partido bastante interesante, aunque no necesariamente porque ambos equipos estén al mismo nivel, sino por los contrastes que existen entre los Bucs y los Cowboys de cara a la campaña 2021.
Por un lado, los Bucaneros se perfilan como uno de los equipos contendientes para el título, lo que significa que sus posibilidades de repetir como campeones – algo que no se ha visto desde 2004 con los Patriotas de Nueva Inglaterra – son reales.
Lo cierto es que el tener a Tom Brady de su lado es un factor que se debe considerar. El mariscal de campo, que inicia esta campaña con 44 años, es precisamente el quarterback que permitió que los Pats consiguieran el último bicampeonato de la NFL, lo cual ya es mucho decir.
Si a eso le sumamos el hecho de que el equipo mantuvo a casi todo el plantel que ganó el Super Bowl LV en febrero, este equipo tiene todo para repetir el título.
La gerencia cumplió con las renovaciones de Rob Gronkowski, Antonio Brown y Leonard Fournette a la ofensiva, además de Shaquil Barrett y Ndamukong Suh a la defensiva y la permanencia de Chris Godwin con la etiqueta franquicia, lo que nos hace pensar que tienen todo lo necesario para volver a alzar el trofeo Vince Lombardi o, en el peor de los casos, avanzar lejos en el intento.
Pero del otro lado, tenemos que hablar de los Vaqueros de Dallas, que están en la que es, en estos momentos, la división más floja de la NFL: la NFC Este.
El año pasado, en el partido de la Semana 5 ante los Gigantes de Nueva York, su mariscal de campo Dak Prescott sufrió una fractura compuesta y una dislocación en el tobillo derecho, por lo que tuvo que operarse y decirle adiós al resto de su campaña.
Si bien la Estrella Solitaria distaba de estar en un buen momento (1-3 con Prescott sano), su baja no mejoró la situación. Una serie de lesiones a la línea ofensiva les terminó por costar el título divisional frente a Washington Football Team, en lo que se culminó como el primer año decepcionante de Mike McCarthy como head coach de Dallas.
Pero existen muchas dudas alrededor de Dak Prescott, de quien no se sabe cómo volverá a los emparrillados. Además de aquella dislocación en el tobillo derecho, el dorsal 4 presentó molestias en el hombro durante los campamentos de entrenamiento, por lo que no disputó ningún partido de pretemporada, en una decisión de McCarthy para cuidar a su quarterback, quien viene de firmar un contrato multimillonario por cuatro años y 160 millones de dólares, con 126 millones garantizados y un bono por firmar de 66 millones.
Lo cierto es que hay mucha duda alrededor de este mariscal de campo. Mientras Tom Brady parece mantenerse a un gran nivel a sus 44 años y alza la mano como el principal rival para vencer en la Conferencia Nacional, los Vaqueros esperan que las molestias de hombro de Dak sean cosa del pasado y que su rodilla esté bien para aspirar al premio a Regreso del Año. Hay mucha incertidumbre, pero las primeras dudas se irán aclarando en el emparrillado del Raymond James Stadium.
ZZM