La NFL es conocida como una de las ligas deportivas más poderosas del mundo. Es la competencia más popular en Estados Unidos y desde hace unos años ha volteado a ver más allá de sus fronteras. México fue el primer país al que miró en lo que a temporada regular se refiere. En 2005, la NFL llevó al Estadio Azteca su primer partido de campaña regular con un enfrentamiento entre los 49ers de San Francisco y los Cardenales de Arizona.
En aquella ocasión, los gambusinos tomaron la delantera por 14-0, pero luego los del desierto se sobrepusieron al público y el ambiente para anotar 31 puntos sin respuesta (19 de Neil Rackers) y se llevaron aquella victoria histórica en el Coloso de Santa Úrsula. 17 años después, Niners y Cards volvieron a verse las caras y el público mexicano quedó maravillado por volver a ver este clásico.
Y no podía ser de otra forma: en el mundo se nos conoce por nuestra hospitalidad y fiesta que le ponemos a todo y así sucedió: desde un estadio pintado de verde, blanco y rojo, miles de aficionados se dieron cita en el inmueble que la NFL eligió como casa de su Monday Night Football y el público puso de su parte para hacer de esta una noche inolvidable.
Poco importó que fuera un lunes, porque dentro de este escenario, decenas de miles de aficionados entonaron el Cielito Lindo (el himno no oficial con el que conocen a los mexicanos en el extranjero), hicieron la clásica ola de izquierda a derecha y llenaron de gritos el clásico recinto mundialista de 1970, 1986 y, próximamente, 2026.
Porque la NFL regresó a lo grande después de dos años difíciles por la pandemia y, como en los viejos tiempos, lo hizo con esos equipos que maravillaron a más de 100 mil aficionados en 2005. Por un momento, se sintió como si se estuviera en 2005.
Al momento de ser presentados los Cardenales de Arizona,Will Hernández lideró el pelotón y salió ondeando la bandera mexicana. Orgulloso de sus raíces, poco importó que no pudiera jugar en la línea ofensiva al estar en la lista de lesionados: ese era su momento y lo hizo lucir. Incluso se notó sentimental cuando sonó el Himno Nacional Mexicano, su sueño de estar en México era real.
Máscaras de luchadores, banderas mexicanas sobre los hombros, jerseys de los 49ers en su mayoría, algunos otros de los Cardenales e incluso un número más utilizó la indumentaria de su equipo: había Patriotas, Vaqueros, Acereros y algunos más. Porque no importaba demasiado quiénes jugaban: México demostró que esta era su fiesta y que la NFL no se equivocó en elegir nuestra capital para traer su mejor producto. En México aman a la NFL y esperan que los equipos entiendan el mensaje de que aquí siempre vivirán una experiencia inolvidable.
DAO