Los Cardenales de Arizona fueron los locales administrativos en el Estadio Azteca, pero los que en verdad se quedaron con el cariño del público fueron los 49ers de San Francisco.
Los gambusinos volvieron a México después de 17 años de ausencia y tuvieron su revancha al ganar por 38-10 en el partido de la NFL en México.
Jugaron a miles de kilómetros de la bahía, pero se sintieron como en casa. Kyle Shanahan reconoce que ama la ciudad de California, pero no niega que quedó maravillado con su experiencia en nuestro país.
“Hombre, amo San Francisco, pero si no pudiéramos estar allí, me encantaría estar aquí”, dijo el head coach de los Niners después del partido en el Coloso de Santa Úrsula. “Este lugar es increíble y esa fue una de las mejores experiencias de las que he sido parte”.
El entrenador en jefe comparó este momento con los partidos que han tenido contra los Carneros en Los Ángeles, en donde el estadio se ha pintado de rojo y dorado a pesar de que ellos fueron visitantes, como en este caso.
“El año pasado, jugando en L.A. y viendo todo el estadio de la Roja y un estadio que no era el tuyo, y viniendo mucho más allá de la Ciudad de México y siendo igual, nos dijeron que podría ser así, pero era incluso mejor de lo que esperábamos”.
El público tricolor es muy fan de los 49ers, al quedar enamorados del equipo desde los tiempos de Joe Montana, Jerry Rice y Steve Young en los años ochenta y noventa. En todos lados recibían el cariño de la afición y superó todas sus expectativas.
“Dondequiera que he ido en México, sentí el amor así. Aquí en la Ciudad de México fue tan genial. No sabía exactamente cómo iba a ser, pero cuando estaban abucheando al otro equipo que salía y nos animaba, quiero decir, y estábamos tan lejos de casa, pensé que era bastante especial”.
DAO