Justin Fields lanzó seis pases de touchdown para eclipsar a Trevor Lawrence y Ohio State vengó la dolorosa derrota de la temporada pasada en los playoffs de futbol americano universitario ante Clemson con una victoria por 49-28 en la semifinal del Sugar Bowl.
Los Buckeyes (7-0) se dirigen al juego por el título de la CFP por primera vez desde el desempate inaugural para enfrentar a Alabama el 11 de enero en el Hard Rock Stadium en el sur de Florida. Ohio State venció a Crimson Tide en las semifinales camino al campeonato nacional de 2014.
En un enfrentamiento de mariscales de campo prodigio de Georgia, Fields podría haberles dado a los Jacksonville Jaguars algo en qué pensar qué hacer con esa primera selección en el draft de la NFL.
Lawrence es el presunto número 1, pero Fields lo superó, con 22 de 28 para 385 yardas. Estableció un récord de Sugar Bowl en pases de TD y lo hizo jugando más de la mitad del juego después de recibir un disparo brutal al costado que lo obligó a perderse una jugada y pasar tiempo en la carpa médica. Lawrence completó 33 de 48 para 400 yardas y tres touchdowns totales en lo que se espera sea el último juego universitario de los juveniles.
Su último pase fue interceptado, pero Clemson (10-2) se fue de 34-2 en sus aperturas y ganó un título nacional cuando era un novato. El tercer encuentro entre Clemson y Ohio State en los playoffs, y el cuarto enfrentamiento de tazón desde la temporada 2013, fue un juego al que los Buckeyes habían apuntado desde la derrota por 29-23 ante los Tigres en el Fiesta Bowl el año pasado. Ese puntaje estuvo en todas partes que los Buckeyes entregaron en el Woody Hayes Athletic Center en Columbus este año.
Fields lanzó pases de touchdown a los alas cerradas Luke Farrell y Jeremy Ruckert en series consecutivas para darle a Ohio State una ventaja de 21-14 al comienzo del segundo cuarto.
La jugada fue revisada por una falta de orientación que resultó en la expulsión del principal apoyador de Clemson y un primer y gol para los Buckeyes.
Fields salió para una jugada y regresó para lanzar inmediatamente un pase de touchdown de 9 yardas a Chris Olave que hizo el 28-14. Dio otro golpe en un revuelo y se levantó lentamente. Después de cada jugada se movía con cautela, pero con Trey Sermon corriendo duro y los Buckeyes brindando una buena protección, Fields continuó dividiendo a los Tigres.
Golpeó a Ruckert para una anotación de 12 yardas con 11 segundos por jugarse en la mitad.
Un año después de perder una ventaja de 16-0 en la primera mitad en la insoportable derrota en semifinales del año pasado ante Clemson, los Buckeyes entregaron a los Tigres su mayor déficit de medio tiempo (21) desde el Orange Bowl de 2012 contra West Virginia (29 puntos).
La segunda mitad comenzó con Clemson luciendo como si pudiera tener otra remontada. Fields fue interceptado en la zona de anotación de los Tigres y Lawrence regresó con un touchdown de 80 yardas para cortarlo a 35-21.
Fields lanzó una bomba perfectamente colocada a Olave para un pase de touchdown de 56 yardas que puso el marcador 42-21 con 4:55 por jugarse en el tercer cuarto.
Y si había alguna duda, Fields lanzó otro pase de TD que hizo llover a Jameson Williams que oficialmente entró en los libros como un 46 yardas, pero viajó más de 50 en el aire.
RGS