El corazón de la final de la Onefa en 2019 tuvo una constante: los corazones guinda. Previo al arranque del juego entre Águilas Blancas y Burros Blancos, las calles de la colonia Nochebuena estaban inundadas de personas con gorras, chamarras o playeras color guinda que hacían fácil saber que se dirigían al Estado de la Ciudad de los Deportes. Saber a quién apoyaba cada uno era un poco más complicado.
"¡Burros!", gritaban algunos, pero se acercaban a tomarse fotos con la mascota del rival. "¡Águilas!", decían otros, pero portaban un accesorio con un burro blanco.
Dentro del estadio, la denominada Guerra Civil se comenzó a vivir, como es costumbre, con porras.
Huélum contra huélum, con mentadas incluidas para los de enfrente, por no hacerlo con la debida fuerza, ayudaron a los aficionados en su espera.
Pero cuando el sonido local mencionó "Bienvenidos a la que este día es la casa del Instituto Politécnico Nacional", el aplauso fue unánime y el beneplácito general.
Todos estaban presentes para una fiesta que estaba por comenzar.
FCM