Los Patriots le jugaron una mala pasada a Pittsburgh el sábado fuera del terreno. El domingo, le repitieron la dosis, pero durante un partido.
Un día después de adquirir al ex receptor de los Steelers, Antonio Brown, Nueva Inglaterra, monarca del último Super Bowl, hizo suponer que tal vez ni siquiera necesite a ese jugador, quien se marchó en malos términos de Pittsburgh.
A sus 42 años y en el comienzo de su vigésima temporada en la NFL, Tom Brady lanzó para 341 yardas y tres anotaciones, y los Pats aplastaron 33-3 a Pittsburgh.
Phillip Dorsett capturó dos pases de touchdown, incluido uno en una jugada de 58 yardas, mientras que Josh Gordon, otro receptor que se marchó disgustado de un equipo anterior, atrapó un envío de anotación.
En la noche en que Nueva Inglaterra desplegó el banderín conmemorativo de su sexto título de la NFL, Julian Edelman, el Jugador Más Valioso del último Super Bowl, atrapó seis pases para 83 yardas. Incluso completó un pase por los Patriots, que comenzaron así la búsqueda de cetros consecutivos.
El último equipo que consiguió la hazaña fue precisamente Nueva Inglaterra, en 2003 y 2004.
Ante el último equipo que los ha vencido, los Patriots tomaron una ventaja de 20-0 antes de que Pittsburgh se conformara con un gol de campo. Los Steelers estaban en cuarta y gol en la yarda uno, con 10:17 minutos restantes en el tercer periodo.
Brady respondió con un pase de 58 yardas a Dorsett, y Nueva Inglaterra colocó el marcador en 27-3.
Dorsett tendrá una dura competencia a partir del lunes, cuando los Patriots oficialicen el contrato de Brown. El domingo, realizó cuatro recepciones para 95 yardas y anotó más de un touchdown por primera vez en su carrera.