En todo gran evento siempre hay, al menos, un mexicano presente. En el caso del Super Bowl se contaban por miles, hasta la edición del año pasado. Ahora, para el juego entre Tampa Bay y Kansas City el panorama será muy distinto.
Debido a la contingencia, el juego del domingo será con un aforo reducido por lo que solo se permitirá la entrada a 22 mil aficionados al estadio Raymond James, cuya capacidad es de 66 mil. De ese 30 por ciento, una tercera parte (7 mil 500 personas) se destinará al personal médico que ha estado en la primera línea de combate al covid-19 en Estados Unidos.
Para el público en general solo quedaron 14 mil 500 localidades, razón por la que los precios se elevaron en demasía; incluso, en estos días una entrada se llegó a cotizar desde los 9 mil dólares (180 mil pesos) hasta 25 mil (500 mil pesos).
Pandemia frena crecimiento
De acuerdo a StubHub, portal de reventa e intercambio de boletos avalado por la NFL, la afición mexicana era la más numerosa después de la estadunidense. En los últimos tres años, el promedio de compra fue superior a los 3 mil asistentes, lo que representó el cinco por ciento del aforo de los estadios donde se jugó el Super Bowl.
Sin embargo, para este año la pandemia frenará de golpe este crecimiento. Por ejemplo, la agencia Mundomex -la única con licencia de la NFL en México- no promocionó ningún paquete para el partido en Tampa debido a la poca o inexistente demanda. De igual forma, otras agencias que se dedican al turismo deportivo se abstuvieron.
Eso sí, eso no significa que no haya aficionados que por su propia cuenta viajarán a ver el Super Bowl. Para Jorge Hernández, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones Turísticas, lo más seguro es que sí habrá un número muy reducido de afición mexicana en el Raymond James, que irá en proporción al 5 por ciento de los últimos años, en este caso serían alrededor de mil fanáticos.
“Yo creo que asistirán un porcentaje similar de mexicanos, aunque la mayoría pueden ser residentes de Estados Unidos, aunque sí habrá quienes vayan de aquí de México. En los últimos años ha ido creciendo el número de seguidores que viajan para ver el juego, pero debido a la situación de la pandemia, ahora serán pocos los que se animarán a hacerlo. Creemos que la reducción pasará el 70 por ciento, porque cada año iba en crecimiento”, dijo.
El Super Bowl de este año será atípico y la presencia mexicana será mínima.