No es común, pero sí que ha sucedido. Existen casos de jugadores que se niegan a jugar con el equipo que los reclutó en el Draft de la NFL, y aunque ya ha pasado un tiempo desde la última vez que sucedió.
Estamos más cerca de que se celebre el NFL Draft 2024 (del 25 al 27 de abril en Detroit), con talentos como los quarterbacks Caleb Williams, Jayden Daniels, Drake Maye y JJ McCarthy, quienes no parecen que vayan a tomar las decisiones que John Elway, Jim Kelly o Eli Manning tomaron en su momento… aunque uno nunca sabe.
¿Qué pasa si no quieren jugar con ese equipo?
Si esta situación se llegara a presentar en Detroit, hay un procedimiento fijado en el Convenio Colectivo. Este consiste en que el jugador en cuestión puede declinar su participación durante todo el año e inscribirse al Draft del año siguiente.
En el caso de que este jugador volviera a negarse a jugar en el equipo que lo seleccionó, esto implicaría que se pierda una segunda temporada y con ello pasará a convertirse en agente libre no seleccionado para el siguiente Draft.
La etiqueta de agente libre no seleccionado repercutirá en su salario, ya que los 32 equipos tienen una reserva fija de dinero disponible para contratar jugadores no seleccionados. Si bien el Convenio Colectivo les da la oportunidad a los agentes libres no seleccionados de que puedan renegociar una vez que terminen la segunda temporada, en el caso de aquellos que fueron seleccionados en el Draft, deberán esperar hasta su tercer año.
El cambio a través de los años
Por muchos años se prohibió en NCAA que los jugadores universitarios recibieran estímulos económicos por medio de patrocinios o cualquier otra índole, hasta que en 2021 se les dio el derecho de ganar dinero por medio de Nombre, Imagen y Semejanza (conocido en inglés como NIL).
Estos acuerdos son anuales y generan hasta millones de dólares para los jugadores, por lo que esto ha aumentado la probabilidad de que un jugador decida quedarse fuera por un año en caso de ser elegidos por un equipo para el que no desean jugar.
Pero esto no siempre sucedía así. Antes los novatos negociaban cuando ingresaban a la NFL, con grandes contratos para las primeras selecciones… sin importar si no habían tenido un solo partido como profesionales. Es decir, no había garantías de que los novatos tuvieran un impacto positivo o no, pero sí conseguían grandes firmas.
Todo esto cambió en 2011 por medio del Convenio Colectivo implementó un sistema predeterminado y escalonado de contratos para novatos, con lo que se controlaba mejor su paga y también se calmaba las inquietudes de aquellos veteranos que no les parecía justo el hecho de que antes ganaban menos que un novato elegido en los primeros picks.
Desde entonces, todos los novatos firman para cuatro años y su dinero depende de acuerdo con el puesto en el que fueron elegidos; es decir, entre más temprano hayan sido seleccionados, su monto de compensación será mayor. En cuanto terminen esos cuatro años, los jugadores podrán negociar su segundo contrato como mejor les parezca.
CGHR