Dicen que las defensivas ganan campeonatos, pero es mucho más que solamente una frase.
Los quarterbacks están acostumbrados a llevarse los reflectores y a vender la mayoría de los jerseys, sin embargo, el futbol americano resulta un deporte tan complejo que no solo basta con hacer muchos puntos para se el mejor.
Los aficionados a una liga como la NFL entienden sobre esa capacidad y también guardan en un lugar especial a defensivos como Ray Lewis, Warren Sapp, Mike Singletary, Jack Lambert o Lawrence Taylor que se convirtieron en leyendas cuando agregaron un anillo de SuperBowl a su currículum.
1. Osos de 1985
Parece unánime, hay pocos que pueden cuestionar que es la mejor temporada para una defensiva.
Durante la campaña regular permitieron solo 12.4 puntos y mantuvieron una racha de tres juegos, ante Detroit, Dallas y Atlanta en las que solo permitieron un gol de campo.
En la postemporada blanquearon a los Gigantes y Carneros para aplastar a los Patriotas 46-10 en uno de los Super Bowls más disparejos de la historia.
Mike Singletary fue el mejor jugador defensivo de la liga ese año y era acompañado por Richard Dent y Dan Hampton en una unidad defensiva dirigida por el histórico Buddy Ryan.
2. Cuervos de 2000
Brian Billick solo logró un título de la NFL como entrenador en jefe, aunque fue una temporada que pocos olvidarán. Se establecieron como la mejor defensiva en contra del pase y eso ayudaba a que su ofensiva, pobre en cuanto a figuras, tuviera mucha confianza.
La secundaria contaba con el experimentado Rod Woodson, miembro del Salón de la Fama, pero era Ray Lewis el motor que los hacía diferentes. Tuvieron unos playoffs espectaculares, pues vinieron desde el comodín para permitir solo 5.75 puntos en promedio por partido y vencer a los Gigantes en el SuperBowl.
3. Bucaneros del 2002
Pasaron muchos años construyendo una muralla bajo el mando de Tony Dungy, pero fue hasta la llegada de Jon Gruden que pudieron quedarse con el Vince Lombardi.
Warren Sapp comandaba a un reparto espectacular, con Ronde Barber, John Lynch, Dexter Jackson y Brian Kelly. Junto a Sapp, Simeon Rice y Derrick Brooks aterrorizaban a los pasadores rivales.
Ya en el partido por el título, interceptaron cinco veces a Rich Ganon y tres de ellas regresaron a la zona de anotación. Jackson se quedó el MVP en la culminación a un trabajo de varios años tratando de dominar la Nacional.
4. Acereros de 2008
Es difícil escoger un solo año para la Cortina de Acero. Bajo el mando de Chuck Noll y sus cuatro títulos fueron basados en una gran defensiva y vieron a Jack Lambert convertirse en uno de los rostros de la misma.
Aunque su mejor año, el de 1976 no llegaron a ganar el Super Bowl, solo permitieron un promedio de 9.9 unidades por partido.
Sin embargo, Troy Polamalu logró comandar al equipo al título en Tampa Bay, con una temporada llena de jugadas espectaculares y hasta el regreso de intercepción de James Harrison para 100 yardas para traerle el sexto anillo a la franquicia. Aunque en este caso contaron con más apoyo de Ben Roetlisberger en el ataque.
5. Delfines de 1972
La obra cumbre de Don Shula no puede entenderse sin la “defensiva anónima”. Tal vez no tenían un grupo de figuras, pero eran muy efectivos. Al grado de permitir solo 12.2 puntos por partido a los rivales en una temporada regular que cerraron venciendo 14-0 a Baltimore, la última de tres blanqueadas.
Durante el Super Bowl impidieron que los Pieles Rojas anotaran hasta el último cuarto y los limitaron a 228 yardas totales.
Jake Scott y Nick Buoniconti se combinaron para tres intercepciones y sellar un marcador de 14-7 que bastó para consolidar la única temporada invicta en la historia.