En 2014, el mítico entrenador Gregg Popovich incluyó a Becky Hammon como entrenadora asistente en sus Spurs de San Antonio, convirtiéndose en la primera mujer en casi 70 años en formar parte de un cuerpo técnico en 68 años de existencia de la NBA, una liga que en 2020 cumplió 74 años.
Pero en México, solo tuvieron que pasar dos décadas desde la fundación de la Liga Nacional de Baloncesto Profesional para que Alejandra Wendolly Arellano rompiera barreras en el basquetbol mexicano, al unirse a Abejas de León como entrenadora asistente de cara a la temporada 2020.
"Es el reto más grande que he tenido en mi carrera como entrenadora. He estado en distintos niveles desde básico, medio y universitario, pero estar en nivel profesional es otra cosa”, dijo Alejandra en entrevista con MILENIO-LA AFICIÓN. “Es un reto personal y espero que ayude mucho a que nos tomen más en cuenta a las mujeres”.
Originaria de León, Arellano le ha dedicado prácticamente toda su vida al basquetbol. Su familia materna es practicante del deporte ráfaga y la incursionó desde los seis años en competencias locales, mientras que a los 11 años ya competía a nivel nacional, con dos Olimpiadas Nacionales en sus vitrinas.
A los 18 años, ya jugaba con la selección mexicana femenil, al punto de que participó en el Centrobasket de 2003, el cual se llevó a cabo en su ciudad natal y donde compartió vestidor con jugadoras de la talla de Abril García y Diana Orozco.
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Pese a que llegó al profesionalismo a los 29 años, esto no evitó que también pudiera sumar logros en su vida, con dos títulos y un subcampeonato con Mieleras de Guanajuato en la Liga Mexicana de Baloncesto Profesional Femenil.
Hoy, con 35 años de edad, se pondrá bajo las órdenes del entrenador argentino Marcelo Roig en Abejas, esperando aportar todos sus conocimientos y que las mujeres sigan siendo tomadas en cuenta.
“Como mujer, creo que esto va a abrir muchas puertas, es un gran paso para la liga que haya una mujer. Es un paso para el basquetbol mexicano que nos incluyan, hay muchas entrenadoras mujeres, algunas que ahorita son jugadoras profesionales, también entrenan, así que esto será una punta de lanza en el basquetbol”, señalo Wen, como es conocida por sus familiares.
La oportunidad llegó cuando Manuel lozanos, gerente de Abejas, se comunicó directamente con ella para proponerle unirse al equipo de trabajo. Sin pensarlo dos veces, aceptó el trabajo y ajustó sus horarios, pues atiende su Academia para fomentar nuevos talentos en el deporte de sus amores.
“Quiero aprender de los que estén a mi lado. El entrenador Marcelo es bueno en eso. Nos da la oportunidad de aportar y eso será muy benéfico… Está padre que nos tomen en cuenta, pero el reto es grande, una cosa es llegar, pero otra permanecer. Espero abrir las puertas y que más personas recomienden a las jugadoras (para estos puestos), demostrar nuestro talento”, aseveró.
Con la esperanza de aportar sus conocimientos tácticos y hacer de Abejas un equipo que llegue a las finales, Arellano espera conseguir la experiencia suficiente y se propone en un mediano o largo plazo convertirse en entrenadora de un equipo (varonil o femenil), dirigir en alguna universidad y buscar un puesto permanente.
“Me siento totalmente preparada. He pasado muchas cosas como jugadora y entrenadora. Tengo 12 años dirigiendo, en universidad, en escuelas primeras, ser jugadora profesional femenil te prepara mucho también. Esto me llegó de sorpresa, son las cosas que más te hacen feliz. Estoy feliz, impaciente de que ya empiece esta nueva aventura”, acotó la leonesa.
Su debut como entrenadora asistente será el próximo 11 de septiembre, cuando Abejas de León reciba a los Libertadores de Querétaro en el Domo de la Feria, en León, el mismo inmueble donde hace 17 años debutó como seleccionada nacional. Ahora, dicho inmueble la verá dar un importante paso en pro del basquetbol mexicano.
FCM