Los Bucks de Milwaukee vuelven a imponerse en casa ajena y tienen a los Bulls de Chicago contra las cuerdas, con triunfo por 119-95 a favor de los actuales campeones de la NBA. El United Center quedó silenciado por segundo juego consecutivo: no fue una paliza de 30 puntos, pero sí de 24 unidades, con lo que la serie de Primera Vuelta se coloca en 3-1 para los Bucks, a un juego de eliminar a los Toros.
Por momentos, los Bulls entraron en una racha que parecía que iba a acercarlos en el electrónico, pero las piernas no le alcanzaron a los de Chicago, además de que no encontraron la fórmula para frenar a Giannis Antetokounmpo: el candidato a MVP de temporada regular finalizó con un doble-doble de 32 puntos y 17 rebotes (14 de ellos defensivos), además de que consiguió siete asistencias, a tres de un triple-doble. El estelar alero completó 11 de sus 22 tiros de campo, incluido uno de tres en triples y nueve tiros efectivos desde la personal.
Quien se lució en el perímetro fue Grayson Allen, al encestar 27 puntos saliendo de la banca: terminó con un impresionante 10 de 12 en tiros de campo, incluidos seis triples completos de siete intentados, completó su único tiro libre, reboteó el balón dos veces y lo robó en dos ocasiones, para un más/menos de +23 en la estadística.
Jrue Holiday se mantuvo como un pilar para mover el juego, aunque también aportó 26 unidades para la causa de los Bucks: dos rebotes y siete asistencias para consolidar el triunfo de Milwaukee.
Frustrados y desmotivados, incluso DeMar DeRozan (23 puntos, cinco rebotes y tres asistencias) y Zach LaVine (24-5-13) abandonaron la duela antes de que el reloj expirara. Patrick Williams trató de sacar la cara por los Bulls, pero su producción de 20 puntos y 10 rebotes no fue suficiente para meter a Chicago de un hoyo del cual es difícil que salgan.
FCM