Oír el nombre de Dirk Nowitzki es hablar de uno de los alas-pívots más dominantes en la historia del basquetbol y, por supuesto, un integrante del listado de 75 mejores jugadores que eligió la NBA para celebrar sus tres cuartos de vida.
“Es un honor increíble formar parte de la lista. Es súper difícil entrar porque hay jugadores de todos los tiempos. Es un honor compararme con jugadores de otras épocas. Es extremadamente difícil. Estoy muy agradecido con las personas que votaron por mí para estar en la lista y representar a la NBA”, agradeció el alemán durante una conferencia global con motivo del Jersey Day (14 de diciembre) y con la mirada puesta en la cartelera especial de NBA on Christmas Day, una tradición deportiva cada 25 de este mes.
Y claro que el preparar una lista de tal magnitud siempre traerá polémica. Para Nowitzki, la tarea de su lista personal no fue sencilla, ya que en una liga tan histórica y extensa como la NBA han pasado jugadores extraordinarios que nunca ganaron un anillo de campeonato, por lo que el criterio de títulos en colectivo no podía jugar un papel para determinar si pertenecían o no al selecto grupo. Tuvo que analizar un plano general de lo que significaban para la Liga.
“Intenté dibujar el paisaje general. No estaba prestando atención a un aspecto específico. No podía dejar de lado a jugadores como Patrick Ewing o Charles Barkley por no tener anillo. Pasé tres tardes, tres o cuatro horas cada día, haciendo esta lista. Me encantaba mirar todo e investigar jugadores que no había visto o de los que sabía menos. Fue divertido”, comentó. “Y no estaba en mi propia lista”, refiriéndose a que decidió optar por otros 75 jugadores antes que él, pese a toda la huella que dejó como uno de los mejores europeos en la historia de la Asociación Nacional de Baloncesto.
Su respuesta sorprendió a más de uno, tomando en cuenta que fue uno de los pioneros en internacionalizar aún más la Liga, además de ser el primer europeo en ser reconocido como MVP y el segundo no estadunidense con el galardón, tras el canadiense Steve Nash.
“Cuando llegué (a la NBA), los equipos como máximo tenían un jugador internacional. El impacto no solo en el equipo sino como jugadores franquicia o su impacto en la comunidad es parte del crecimiento del baloncesto”, explicó sobre la importancia de que más extranjeros den el salto y se aventuren en la competencia norteamericana. “Es muy divertido de ver. Como jugador internacional, estoy orgulloso de ver hacia dónde va la liga y de ver la evolución del juego y de cómo se juega”.
A la espera de que retiren su camiseta número 41 por todo lo hecho con los Mavericks de Dallas, Nowitzki se sinceró y hay momentos en los que no asimila todo lo hecho por la ciudad, a la que le entregó un título de basquetbol y volvió a los Mavs en un referente del deporte en Texas.
“Soy una persona muy tímida y esto es demasiado para mí. Han pasado 20 años y tengo todo esto en Dallas. Ha sido un sueño estar en una franquicia y ser parte de esta comunidad. Me dicen en la calle cuánto he hecho por la comunidad y por la ciudad. Es surrealista caminar por la ciudad y caminar por mi calle o ver la camiseta en el techo del American Airlines Center”.
La vida tras el retiro
Fue a mediados de 2019 que anunció su retiro tras 21 años en el Mejor Basquetbol del Mundo, en el que jugó enteramente con los Mavericks de Dallas, a quienes comandó para ganar su único título de Liga en 2011, a quienes representó en 14 All-Star y con quienes ganó el MVP de la NBA en 2007.
“Es genial. He viajado mucho y he pasado tiempo con la familia y con mis tres hijos pequeños. Está siendo muy divertido. También estoy haciendo cosas nuevas más allá del basquetbol”, reconoció Nowitzki, aunque la nostalgia también tiene lugar en su mente.
“(La NBA) es la mejor liga del mundo, con algunos de los mejores atletas. Y fuera del basquetbol, les brinda a sus atletas la oportunidad de cambiar el mundo y sus comunidades, y los jugadores lo aprecian. Es una liga con atletas increíblemente talentosos. Ojalá siga creciendo”, dijo.
RGS