No solo las grandes estrellas profesionales del basquetbol pueden jugar en escenarios emblemáticos e icónicos, también pueden hacerlo los participantes de la Olimpiada Comunitaria, quienes ayer en las instalaciones del Palacio de los Deportes disfrutaron disputar la etapa final y, de paso, imitar a sus máximos ídolos en esta disciplina.
“Fue muy emocionante y divertido. Hicimos mucho esfuerzo para llegar hasta acá. Nunca pensé jugar en el Palacio y fue un sueño. En mí no cabe la felicidad de haber llegado hasta aquí”, declaró Giovana Ramírez, jugadora de los Blepers de Iztapalapa, equipo que se quedó con el oro en la categoría de 10-12 años.
Ahora, el Domo de Cobre vibró con las intensas y emocionantes finales del baloncesto, donde más de 400 participantes en categorías que van de los 10 a más de 50 años hicieron del deporte ráfaga todo un acontecimiento en la capital del país.
Fueron 37 los equipos que disputaron los partidos finales, y donde miles de personas, en su mayoría familiares y amigos de los participantes, se dieron cita para apoyarlos y aplaudir el esfuerzo de los conjuntos que representaron a las 16 alcaldías de la capital mexicana.
“Es una emoción inexplicable ver ganar a mis hijas, y además nos gusta mucho el basquetbol. Desde la tribuna les gritaba y es una emoción muy grande, gracias a Dios se les dio este triunfo con sus compañeritas. Estoy orgulloso de mis dos hijas. No esperábamos que jugarán aquí y ganaron”, mencionó Luis Martín Herrera, padre de dos integrantes del equipo Blepers.
Las jugadoras vivieron estas finales como si estuvieran disputando un evento profesional, ya que contaron con una duela de primer nivel, árbitros calificados, animación y sonido para darle mayor ambiente y emoción a los partidos de basquetbol.
“Estuvo padre y desarrollamos nuestras habilidades. Nunca pensé que íbamos a jugar aquí. El hecho de ganar en un escenario así, se siente una adrenalina muy padre y una emoción gigantesca. Yo juego este deporte desde hace dos años, y me gustó porque antes lo practicaban mi papá y mi abuelito. Mi equipo favorito es Lakers de Los Ángeles, y mi jugador favorito es LeBron James. Más adelante me gustaría ser profesional”, mencionó Marlen Rodríguez, jugadora de Akitas de la Gustavo A. Madero, equipo que logró el primer lugar en la categoría de 13 a 15 años.
Además, los entrenadores cumplieron sueños frustrados con la Olimpiada Comunitaria, como es el caso del profesor de las Blepers, Ricardo Galero, quien nunca en su etapa de jugador pudo tener un proyecto como el que ahora desarrolla el Instituto del Deporte de la Ciudad de México.
“El deporte es una buena manera para sacar a los niños adelante, y México sería otro país, si este tipo de eventos se hubieran realizado en otras generaciones, por ejemplo en la nuestra, como pisar estos escenarios maravillosos, y lo mejor de todo ahora es que gratuito. Es un sueño, nunca pase del llanero, y ahorita esta infraestructura que nos están prestando es para dar a conocer las capacidades de nuestros pequeños”, indicó el entrenador.
Al término de cada final, los participantes recibieron su respectiva medalla que representaba el esfuerzo que dieron durante este cierre del evento y durante toda la temporada.
El director general del Indeporte de la Ciudad de México, Rodrigo Dosal, encabezó las distintas ceremonias de premiación que se dieron en el Palacio de los Deportes, y destacó la enorme alegría y pasión con la cual los jugadores enfrentaron esta fase final del baloncesto; además, dijo que la presencia de los familiares y amigos de los participantes creó una gran atmósfera de cordialidad y amistad entre todos.
La próxima semana continuará la fase final de la Olimpiada Comunitaria, y será turno para la celebración de las pruebas de boxeo, a realizarse el domingo 19 de enero en la explanada del Monumento a la Revolución.
MGC