Su nombre no resuena en la historia de la duela como un Michael Jordan, Kobe Bryant, Larry Bird o más de antaño un Bill Russell o Wilt Chamberlain. Muchos aficionados no se explican por qué eligieron a este jugador como la figura del logo de la NBA y es que Jerry West, que murió a los 86 años, no fue un jugador apreciado a pesar de ganar un anillo en 1972 y conseguir importantes marcas.
Jerry West tuvo la mala fortuna de jugar con los Lakers en la misma época de gloria de los Celtics de Boston comandados por Russell. En total perdió ocho finales, seis de ellas ante dicha dinastía que lo hizo probablemente detestar el verde. Antes de dar el salto a la NBA, ganó incluso el oro en Roma 1960 junto a otra leyenda como Oscar Robertson. Una de sus marcas más legendarias es registrar en los playoffs un promedio de 29.1 puntos por partido, arriba de figuras como Lebron James, Kevin Durant, Kobe Bryant y solo por detrás de Jordan e Iverson.
En 1969 una vez más Celtics contra Lakers en las finales. Jerry West promedio 37.9 puntos en dicha serie, pero en una de las derrotas más bochornosas de el equipo angelino en su historia, Boston consiguió ponerle broche de oro a su dinastía con su onceavo anillo de campeonato. West no solo fue nombrado el MVP de las finales, premio que se entregaba por primera vez, si no que hasta hoy es el único en conseguirlo siendo del equipo perdedor. “Pienso que deberíamos haber ganado en el 69. Creo que teníamos mejor equipo. Esta es una de las cosas que te dejan cicatrices emocionales” confesó en una entrevista con la NBA en su aniversario 50.
Ese mismo año fue cuando Alan Siegel diseño el ya tan afamado logo de la NBA. Buscó inspiración en algunas revistas deportivas donde encontró la foto de Jerry West que sirvió de base debido a que capturaba la esencia del juego por su dinamismo y verticalidad, pero aunque el creador confesó el proceso, la NBA nunca lo ha reconocido y por ende West nunca ha recibido regalías al respecto.
Tras su retiro tuvo una carrera corta como coach pero fue con los Lakers a quienes llevó a playoffs junto a Kareem Abdul-Jabbar. Tras su mudanza a los despachos realmente brillo como scout y analista, fue el responsable de llevar a Kobe Bryant a Los Ángeles y a Shaquille O’Neal. Mismo éxito como ejecutivo, donde se llevó varios nombramientos por parte de la liga tras ser parte fundamental del proyecto de múltiples campeonatos de los Lakers y cuando su relación con la franquicia terminó se mudó con los Grizzlies y también los convirtió en protagonistas.
SFRM