Antes de convertirse en un NBA All Star, ser drafteado por los Chicago Bulls en 2011 y ahora brillar con el Miami Heat, Jimmy Butler III fue abandonado por sus padres biológicos. No hay duda que tal acontecimiento marca para bien o para mal una vida. En el caso del escoleta de 32 años, resultó en un motor.
Nacido en Houston, Texas, su padre lo abandonó cuando todavía era un bebé y cuando cumplió 13 años, su madre lo echó de la casa “No me gusta como te ves, te tienes que ir” compartió en los inicios de su carrera. Hoy es más reservado sobre su etapa adolescente, aunque se sabe que estuvo mudándose entre casas de amigos que le dieron techo por un buen tiempo.
Así transcurrió su etapa sin hogar, dejó la práctica del futbol americano para concentrarse en el baloncesto y en el verano antes de su último año conoció a una persona clave en lo que se convertiría su vida, a su gran amigo y familia Jordan Leslie, quien por cierto llegó a jugar en la NFL. Si bien su familia al principio no estaba convencida de que se quedara porque ya tenían seis hijos, finalmente lo adoptaron.
“Me aceptaron en su familia, y no fue por el baloncesto… ella era simplemente amorosa. Solo hacía cosas de ese estilo. No lo podía creer” declaró en su momento Jimmy sobre Michelle Lambert, a quien le agradece no solo el haberle abierto las puertas de su hogar, si no el apoyo que tuvo incluso cuando partió a la universidad.
Butler no recibió ofertas inmediatas, por lo cual primero entró a la Tyler Junior College y después ya aceptó la propuesta de Marquette University en Wisconsin donde la posibilidad de la NBA se volvió latente.
“Amo lo que me pasó. Me hizo ser quien soy. Estoy agradecido por los retos que viví. Por favor no hagan que me tengan lástima” le pidió Jimmy a ESPN en su momento. Hoy mantiene una relación con sus padres biológicos y asegura que no guarda rencor.