César Bravo describe al basquetbol como parte fundamental de su historia familiar desde que sus padres llegaron de la Sierra Norte de Oaxaca a Los Ángeles, California. "Nacemos con una pelota", dice. César comenzó a practicarlo desde su infancia México y una vez en Estados Unidos, él y sus hermanos mayores decidieron unir a su comunidad a través del deporte.
Oaxaca Basketball nació en la ciudad de Covina con la idea de hacer comunidad. Por medio de torneos, clínicas y eventos con bailes y venta de comida, la organización ha creado un espacio donde las personas migrantes pueden reunirse, hacer deporte y mantener las tradiciones de sus lugares de origen.
“Tenemos familia y conocidos que por distintas razones no pueden regresar a su tierra. Oaxaca Basketball les ayuda a conectar con la gente y no sentirse aislados. Mucha gente está sola en EU, pero en nuestros eventos hay hasta 2 mil 500 paisanos”, dice César.
César cuenta que el basquetbol es parte de la cultura en Oaxaca. Sus papás y hermanos mayores fueron los primeros en adentrarlo a este deporte desde que vivían en México.
César comenta que Oaxaca Basketball no es un equipo deportivo. Es una organización que busca representar la herencia de Oaxaca en el deporte. Sin embargo, organizan varios torneos en categorías femenil y varonil para jóvenes y veteranos. Ahí es común que las personas se conozcan y establezcan nuevos lazos.
“Tengo un amigo que conoció a su esposa en un juego, los dos son de Oaxaca y se conocieron por el basquetbol. Otras personas empezaron a vender comida en los eventos y luego lograron abrir sus restaurantes. Al llegar aquí es difícil empezar y sostenerte, mucha gente no tiene ese impulso. Nosotros queremos apoyarlos tanto como se pueda”.
César dice que él jugaba como manejador de bola hasta que una lesión lo detuvo, pero ahora es árbitro y organizador de torneos. Uno de los eventos en puerta se celebrará en Las Vegas el 13 y 14 de noviembre, luego de una larga espera tras la pandemia.
Dice que éstos torneos pretenden unir a las personas que por diversos motivos no pueden viajar a México para jugar la copa más importante del basquetbol oaxaqueño, la 'Benito Juárez y Guelatao' que se celebra cada 21 de marzo. Él recuerda con nostalgia su breve regreso a Oaxaca en 2006.
“Allá todos son bienvenidos; no hay una persona que no te invite un café o un refresco. Yo pensé que no nos iban a aceptar por el acento que tenemos o por cómo vestimos, pero nos recibieron bien. Es lo que más me gustó de Oaxaca”.
Al final, dice César, "todos somos paisanos y nos echamos la mano".
Actualmente, los miembros de Oaxaca Basketball tienen un convenio con Los Clippers. Consiguen entradas a sus juegos en el Staples Center, pueden ver el calentamiento previo y al final de cada partido les permiten jugar en la misma cancha. "Una vez un señor lloró cuando por fin pudo jugar sobre duela", dice.
César finaliza compartiendo uno de sus más grandes sueños: que algún día Oaxaca Basketball pueda dar becas a niñas y niños para seguir estudiando en Estados Unidos.
“Aquí la educación es bastante cara, algún día me gustaría que tuvieran el apoyo para seguir estudiando en Estados Unidos. Al final, lo que hacemos es siempre apoyar a los que vienen”, concluye.
evr