Los Pelicans de Nueva Orleans dieron un golpe de autoridad y derrotaron por 118-103 a los Suns de Phoenix, con lo que empataron a dos triunfos la serie de primera ronda de playoffs de la NBA.
Aprovechándose de la ausencia de Devin Booker (distensión de grado 1 en los isquiotibiales de la pierna derecha), los Pelicans impusieron sus condiciones en su casa, el Smoothie King Center, con un gran juego en el que Brandon Ingram volvió a tomar la batuta a la ofensiva.
El alero de 24 años terminó el juego con 30 puntos, con 11 tiros completos de 23 intentos, 1-5 en triples y siete de diez en tiros libres; también se apuntó cuatro rebotes y cinco asistencias para un más/menos de +18.
Jonas Valanciunas también tuvo una gran actuación por Nueva Orleans, al totalizar 26 unidades, 15 ganancias en la batalla por los tableros y cuatro balones repartidos, con un más/menos de +19 y 9-15 de efectividad en sus tiros de campo.
DeAndre Ayton (23 puntos, ocho rebotes, una asistencia y un tapón) cargó con la producción ofensiva de los Suns, en parte porque Chris Paul se vio muy limitado, con solo cuatro puntos, dos canastas de ocho lanzamientos y tres triples fallados, con 11 asistencias, tres rebotes y el mismo número de pérdidas de balón.
Los Pelicans tomaron la ventaja en el primer cuarto (25-22), pero los Suns cerraron mejor y se fueron al descanso con ventaja de 51-49 (29-24, a favor de Nueva Orleans. Pero los ajustes en el vestidor ayudaron a los de casa, con un tercer periodo decisivo de 35-23 y un último cuarto de 34-29 con el que aseguraron dos juegos más en la serie.
Con Devin Booker fuera de forma indefinida, Phoenix, que terminó con el mejor récord de temporada regular (64-18), va a necesitar que Paul mejore sus tiros de campo para no permitir una sorpresa por parte de los Pelicans.
ZZM