“La meta es que el equipo se vuelva una leyenda…”, bajo ese lema se rigió el accionista mayoritario de los Capitanes de la Ciudad de México, Moisés Cosío, para lograr darle vida a un equipo de la capital del país en la Liga Nacional de Basquetbol Profesional en México.
A parte de liderar al quinteto capitalino, Moisés Cosío, es un productor de cine y coleccionista de arte contemporáneo y miembro distinguido del patronato del Museo Tamayo y del MUAC.
Moisés mostró interés por el basquetbol a partir del fallecimiento de su padre, ya que su hermano mayor lo llevó a presenciar por primera vez un Juego de Estrellas NBA en Nueva York donde se quedó atónito al ver el rendimiento del ex basquetbolista de los Lakers, Kobe Bryant.
“Kobe Bryant fue mi introducción y mi obsesión, aún lo sigo (...) toda su ética profesional de trabajo y cómo enfrenta la vida, los negocios, en su momento, el deporte, se me hace increíble”, mencionó Moisés Cosío en entrevista con el periódico El Economista.
A partir de ese momento el filántropo cineasta se convirtió en un seguidor del quinteto púrpura, donde buscó la forma de poder emprender su carrera en Los Ángeles en la NBA. Al ver que su objetivo sería complicado de concretar, optó por cambiar su camino hacia el handball, aunque en su entonces juventud, nunca calmó la inquietud por integrarse a un equipo del basquetbol.
Moisés junto con su amigo Rodrigo Trujillo –aficionado de los Lakers-, empezaron por iniciar el camino de Capitanes de la Ciudad de México, ya que ambos eran seguidores de este deporte en los Estados Unidos. Fue así como la pareja investigó en México sobre la LNBP con el entonces notario, Patricio Garza –actual socio de los Capitanes-.
Hace más de dos años, Capitanes comenzó a tomar forma, ya que una vez que concluyeran los contactos dentro del sistema de la liga, el último paso sería empatar con el presidente de la LNBP, Sergio Ganem, y empezar por meter los papeles del registro del sueño capitalino.
El ingreso de la nueva franquicia del basquetbol, de acuerdo con la revista Forbes, costó alrededor de 6.5 millones de pesos, esto cubría la membresía y la participación del quintento dentro del torneo.
El equipo ráfaga se creó por la necesidad de que la capital de México tuviera su propio equipo representativo en el basquetbol, este sería el primer equipo de la liga mexicana en tener total inversión privada y desvincularse por completo del presupuesto del gobierno.
La tercia dueña de los capitalinos logró realizar un buen estudio de mercado, ya que supieron mediante los partidos de la NBA que se presentaban en la capital del deporte que miles de aficionados asistían cada año.
El principal representante y dueño de la franquicia se ha encontrado fascinado con el equipo, ya que ha superado una vez más las expectativas de la capital del deporte, al encontrarse una vez más en las finales de la LNBP.
HIOM