“En México se hace buen basquetbol”: 'Satanás' Arroyos

Edición Fin de Semana

Considerado uno de los mejores jugadores del deporte ráfaga mexicano, José Luis Arroyos habló con MILENIO-La Afición sobre sus comienzos, la elección del baloncesto por encima del beisbol y la evolución que ha tenido nuestro país en esta disciplina.

José Luis Arroyos (La Afición)
Ciudad de Mpexico /

El basquetbol es un deporte que en México ha vivido sus altas y sus bajas. Lo cierto es que nos ha dejado muchas figuras que le han dado forma a este deporte y, hoy por hoy, se han vuelto en grandes referentes de la ráfaga tricolor.

Dentro de esta lista, el nombre de José Luis Arroyos, conocido entre compañeros y el propio medio como Satanás, es una de las más importantes, un jugador que se consolidó con Dorados de Chihuahua y en el circuito nacional, que les dio pelea a grandes jugadores como Michael Jordan y que ayudó a consolidar este deporte.

Nació el 20 de enero de 1962 en la tierra donde surgen muchos de los mejores jugadores del deporte ráfaga: Chihuahua, más específico en Nuevo Casas Grandes.

Su acercamiento al baloncesto se dio, como muchos, a raíz de la escuela primaria, cuando cursaba cuarto año. Aunque le pareció atractivo, no le tomó mucha seriedad al deporte, puesto que él ya estaba encantado con el beisbol, el deporte que su papá le enseñó. Pero lo cierto es que ese interés por la disciplina de las canastas comenzó a crecer en la secundaria, hasta que llegó la preparatoria y se invirtieron los papeles: comenzó a jugar más básquet y menos beis.

“Cuando salgo de la preparatoria me voy al Tecnológico de Ciudad Juárez; en el Tecnológico me recibe un gran entrenador que fue Edmundo “Manotas” Márquez y me dice ‘José Luis, tienes que tomar una decisión, o juegas beisbol o juegas basquetbol, nosotros como entrenadores queremos que nos dediques el 100 por del tiempo al deporte que tú escojas’”, compartió “Satanás” en entrevista con MILENIO-La Afición.

Con esa postura, Arroyos se decantó por el baloncesto, aún pese a que no era nadie y en el beisbol él ya era un jugador que estaba haciéndose un nombre y si bien reconoce que le queda la espina de qué hubiera pasado si elegía al Rey de los Deportes, asegura estar muy contento con su elección.

La decisión, en principio, no parecía la mejor. Antes de elegir al basquetbol, fue drafteado a sus 16 años en la Liga Mexicana de Unión Laguna para jugar beisbol profesional, mientras que en el básquet jamás había sido llamado a un torneo o jugado juveniles, por lo que generaba cierta desconfianza entre muchos, como le sucedió con Felipe Martínez, quien dudaba de su juego cuando se presentó con Dorados de Chihuahua y que más adelante fue el propio entrenador el que le terminó poniendo su apodo Satanás.

Pero otra historia curiosa fue que, ya a nivel superior con Ciudad Juárez, se le acusó de no ser mexicano, sino puertorriqueño al tener cabello chino y ser moreno.

“Se hizo una investigación en un Nacional en Chihuahua porque el equipo del Distrito Federal protestó, diciendo que yo era extranjero”, relató. “Se hizo la investigación en donde nací, fueron al registro y obviamente se dieron cuenta de que soy mexicano, a mucha honra y orgullo”.

Pero su crecimiento fue rápido y pudo hacerse de un lugar con Dorados de Chihuahua, con la selección mexicana y ganó torneos con los chihuahuenses, además de que pudo jugarle al tú por tú a figuras de gran calibre, como lo es Michael Jordan.

Es por estos motivos y por su manera tan espectacular de jugar, que las pláticas a mejor jugador siempre incluyen a Manuel Raga, Arturo Guerrero y al propio Arroyos, una lista a la que posiblemente se sumen más nombres.

“Creo que nos tocaron épocas distintas, yo a ellos yo ya no los alcancé a ver jugar, fueron mis entrenadores, pero conozco muy bien su trayectoria y lo que hicieron cada uno como representantes de México y jugadores”, dijo Satanás, quien considera que este tipo de pláticas son complicadas, comparando debates como el que existe hoy en día entre Michael Jordan y LeBron James, el cual, por experiencia vivida, él se queda con Air Jordan.

“Yo quisiera que la gente más bien nos pusiera de acuerdo a nuestro juego, nuestra forma de jugar, nuestro talento, cada uno tenemos un talento, somos de posiciones diferentes, yo jugué del uno al cinco, Arturo (Guerrero) era un dos, (Manuel) Raga, jugó de tres y dos… las etapas y épocas son distintas, pero estoy muy contento porque pude aprender con ellos como entrenadores, me enseñaron a mi mucho de lo que soy”.

EL BASQUETBOL HA EVOLUCIONADO

Por supuesto, parece inevitable preguntarlo. No son pocos los que consideran que el basquetbol ha entrado en una transición y que el deporte que se jugaba antes ya no es el mismo que ahora. Muchos pueden estar a favor o en contra, pero Arroyos es alguien a quien le parece que va en buenos pasos.

Consciente de que muchos mexicanos han podido llegar a jugar en otros países (Gustavo Ayón ganó dos Euroligas con el Real Madrid), en universidades de Estados Unidos y que hemos tenido cinco nacionales en la NBA, Satanás lo tiene claro: eso habla de que en México se hace buen basquetbol y que ahora se debe dar seguimiento a los jóvenes para que siga ese desarrollo.

“Hay que hacerles ver que tienen un potencial tan grande para poder competir con cualquier jugador en el mundo. Lo que pasa es que hay que creérselo y en México carecemos a veces de esa mentalidad”, dijo el ex jugador. “Las puertas se van abriendo solas con esta nueva época, esta nueva modernidad, de la tecnología, que nosotros no tuvimos, ellos la tienen ahora, y deben aprovecharla”.


  • Michel Cruz
  • oswaldo.cruz@milenio.com
  • Reportero en La Afición desde 2016. Egresado de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la FES Aragón, UNAM.

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