Lo que hace la NBA en México y el resto del mundo es más que solo un juego. Es una experiencia global, tanto para los aficionados como los propios jugadores, muchos de ellos con la oportunidad de salir del país por primera vez y conocer un país que, de no ser por el deporte, sería más difícil.
“Es importante no solo para los fans aquí, también para nosotros, porque podemos venir experimentar cosas nuevas, conocer a nueva gente, y vivir una cultura que si no tuviéramos basquetbol, quién sabe si estaríamos aquí o no”, reconoció Trae Young, quien se perfila como la principal estrella para el Mexico City Game este 9 de noviembre, cuando los Atlanta Hawks enfrenten al Orlando Magic. “Es una bendición, estoy honrado de jugar aquí”.
Young sabe que este tipo de oportunidades no se dan todos los días. Además del juego en la Ciudad de México, Brooklyn Nets y Cleveland Cavaliers medirán fuerzas en París. El poder formar parte de esto genera ilusión en el ex jugador de la Universidad de Oklahoma.
“Es un partido internacional, solo hay unos pocos de ellos cada año. Es un honor que podamos representar a nuestro equipo en la Ciudad de México. Va a ser divertido y creo que todo el equipo está emocionado”, indicó el base, quien tiene altas expectativas del factor afición, aún cuando, en el papel, ellos son el equipo visitante. “De lo que he escuchado es que van a ser locos, eléctricos. Estoy muy emocionado por venir aquí y ver a todos, conocer a nuevos gente, intentar dar un show y ganar”.
Jugar en México y la altitud
Desde hace años se habla de la posibilidad de que la NBA expanda sus fronteras de Estados Unidos y Canadá, con la Ciudad de México con fuertes posibilidades para tener una franquicia de expansión, tras el éxito conseguido con Capitanes en la NBA G League. Y aunque todavía no juega, Young no se preocupa, ya que confía que la urbe estará a la altura de la Liga y no tendría problemas en venir de forma recurrente.
“Sé que van a expandirse. Nunca sabes cuáles ciudades estarán, pero no me preocuparía venir aquí una vez al año. Esta es una gran arena”, aseveró.
Asimismo; indicó que si bien han sentido el cambio de actitud, incluso un poco más que cuando visitan a los Nuggets o al Jazz.
“Sé que un par de chicos han notado la diferencia en la altitud. No lo he notado todavía, pero sé que es peor que en Denver. Denver es un lugar difícil para jugar en la altitud. Y Utah de la misma manera. Hemos jugado en un par de lugares en los que la altitud es difícil. Pero sí, será algo más mañana”.