El Bayern Múnich, actual campeón de la Champions League, se juega su futuro en la competición europea en París. El conjunto alemán visita la capital francesa con la obligación de marcar goles ante el París Saint-Germain, que la semana pasada le doblegó en Múnich con una gran actuación de Keylor Navas.
Las trompetas de revanchas suenan para ambos clubes; los parisinos ven muy cerca las semifinales, pero saben que deberán sufrir ante el músculo alemán, que si algo tiene es su fe inquebrantable. A los teutones no se les puede dar por eliminados hasta que el partido no acabe; aunque los tres goles que anotó el París en el juego de ida le conceden cierto margen de ventaja a los de Mauricio Pochetino.
El juego de hace una semana fue leído de forma diferente por cada club. En el Bayern destacaron su superioridad y el número de ocasiones creadas, mientras que en el París se quedaron con un resultado histórico que les hace soñar con tomarse la revancha de la final del año pasado en la que el cuadro alemán ganó el título continental.
“Para mí, todo puede pasar. El Bayern es el mejor equipo del mundo en este momento. Le tengo un enorme respeto, pero al mismo tiempo confiamos en nuestras fortalezas y sabemos que tenemos que pensar en ganar este partido”, comentó Pochetino en la víspera del partido.
El entrenador argentino tiene la duda de una de sus piezas elementales, el defensa brasileño Marquinhos, lesionado en Múnich tras lograr el segundo gol y cuyo estado de recuperación convierte en arriesgada su presencia en el equipo.
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“Sabemos que tenemos que marcar al menos dos goles. Será una tarea difícil, pero estos son los partidos para los que jugamos al futbol. Queremos dar una pequeña sorpresa en París. Por supuesto, estaremos encantados si lo conseguimos”, apuntó Hans Dieter Flick, entrenador del Bayern Múnich.
Por el lado alemán, la baja más considerable es la de Robert Lewandowski, el delantero polaco cuya contundencia se echó de menos en la ida y que tampoco estará en el Parque de los Príncipes, pero nadie puede negar que el Bayern tiene la capacidad para lograr el pase.
Porto, por la hazaña
En el otro frente, el Porto del mexicano Jesús Manuel Corona buscará una épica remontada ante el Chelsea. El juego de vuelta se volverá a jugar en el Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla, misma sede del juego de ida, en el que los portugueses fungieron como locales y perdieron por 2-0.
“Sabemos que tenemos una tarea difícil, pero estamos aquí para dar la respuesta que tenemos que dar. Tenemos que ser un equipo compacto y cohesionado. Tenemos que marcar goles, pero también evitar encajar”, comentó Sérgio Conceiçao, entrenador del Porto.
Pero Thomas Tuchel, entrenador del Chelsea tiene claro que tampoco pueden caer en un exceso de confianza. “Lo más importante es centrarnos plenamente en lo que hacemos, olvidar que ya tenemos un resultado. Siempre somos un equipo difícil contra el que jugar”, comentó.