La obtención del campeonato en la Liga Mexicana del Pacífico agregó más objetivos a la lista por cumplir de Charros de Jalisco, pues no solo se juegan el deseo de poder coronar con doble campeonato la temporada 2024-2025 sino que poner el nombre de México a lo más alto de la Confederación del Caribe, reto que no se ha podido lograr en los últimos 9 años.
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Para el presidente ejecutivo del equipo, Iñigo González, es la cereza del pastel perfecta para coronar la celebración del décimo aniversario del club.
“Diez años de que volvimos, de que volvió el beisbol a Jalisco en la Liga Mexicana del Pacífico y celebrarlo con este campeonato, es increíble y celebrarlo ganando a Culiacán además, la verdad tiene un sabor especial porque ya definitivamente es un duelo que levanta mucho interés. Dos finales, dos campeonatos también generan mucha ilusión y también mucho compromiso”, comentó el presidente ejecutivo de Charros.
Son apenas cuatro temporadas en que la actual administración de la familia González Íñigo tomó las riendas e imprimió un sello que los distinguió de inmediato, el involucrarse de manera cercana en cada uno de los asuntos que envuelven al equipo, la traducción de dicho esfuerzo se ve reflejado en resultados, que, lejos de significar un respiro, comprometen a tener mayor exigencia.
“Los resultados positivos en lo que hacemos me genera más compromiso, de seguir haciendo las cosas bien, con dedicación, de atender a profundidad el equipo que queremos armar, durante la temporada de estar pendiente, no dejar todas las decisiones ni a la directiva, ni al cuerpo técnico, ni a los coaches, el poder estar muy involucrados respetando siempre las decisiones de ellos, pero nos gusta mucho el béisbol, somos muy apasionados y le dedicamos tiempo, y seguir con el mismo compromiso”, añadió el presidente ejecutivo.
Si hay una rivalidad que marcó la década actual del beisbol invernal, es sin duda el enfrentamiento entre Jalisco y Culiacán; aunque joven, el duelo ha dejado las emociones suficientes para ser considerado un clásico.
“Sin duda lo es. El año que regresamos a la liga y que empezamos con la franquicia se pierde esa primera final contra Benjamín, esa dolió; y ya dos finales más, o sea son tres Culiacán-Guadalajara en 10 temporadas, ya es un clásico definitivamente, y luego también la fanaticada de Culiacán en Guadalajara, es mucha y cada vez mayor fanaticada de Charros, eso le pone más ingredientes”, expresó González.
Parte importante de las glorias que tienen a Charros en el centro de los reflectores es Benjamín Gil, quien ha sabido impregnar al equipo con su pasión y entusiasmo, cualidades que trascienden más allá del vestidor.
“Es un apasionado del béisbol, se puede pensar que porque eres manager te apasiona peor no necesariamente. Benjamín lo vive, lo habla, lo platican todo el día. Es de una personalidad fuerte y nosotros también, de querer que tus razones, tus ideas, tus creencias se lleven a cabo. Para nosotros ha sido un aprendizaje pero también para Benjamín, quien en este lapso de 14 meses de relación, ha crecido en lo profesional, en lo personal y nosotros con él”, comentó el presidente de los Charros acerca de Benjamín Gil.
Tanto es el respeto por “el matador” que en la directiva la relación al laboral es un pretexto para disfrutar de una cercana amistad.
“Es una relación muy bonita, una buena amistad, de mucho respeto, y también de mucha provocación en el sentido de provocar y de cuestionar ideas, y una vez que se deciden respetarlas e ir para adelante”, aseguró.
Jalisco tiene otra cara desde la llegada del tijuanense, la actitud y unión del equipo son totalmente distintas y el resultado es lo que los tiene peleando por la corona caribeña.
“Es un gran motivador, cuida protege y aplaude a sus jugadores como pocos lo hacen, pero es así también hacia con la directiva, han sido dinámicas bien interesantes, una relación dentro fuera del campo, muy intensa y muy profesional. Diez años de que volvimos, de que volvió el beisbol a Jalisco en la Liga Mexicana del Pacífico y celebrarlo con este campeonato, es increíble. (Con Gil) Es una relación muy bonita, de mucha provocación en el sentido de provocar y de cuestionar ideas, y una vez que se deciden respetarlas e ir para adelante”, concluyó el presidente ejecutivo de Charros, Íñigo González.
MG