La derrota de la selección mexicana en la semifinal frente a Japón dejó un sabor agridulce no solo en los aficionados sino en los integrantes del conjunto tricolor, pero todos se van con una satisfacción de que lo que hicieron dejará un impacto en el beisbol.
“Mañana (martes) va a ganar alguien. En Estados Unidos el beisbol sí va a crecer pero no será un cambio extraordinario. En Japón ya es el deporte número uno. En México va a haber un cambio radical, no sé en cuánto tiempo pero el beisbol va a empezar a crecer y va a volver a ser un deporte muy seguido y practicado, por eso creo que es una victoria lo que se hizo a pesar de que no se ganó”, comentó el manager del equipo, Benjamín Gil.
México llegó a este Clásico Mundial de Beisbol con una marca global de 7-11 y con dos eliminaciones en la primera ronda en los dos ediciones previas, 2013 y 2017, y deja el torneo con un récord de 4-2 llegando a la semifinal.
“Va a servir de mucho lo que acabamos de hacer para cada uno de los que participamos”, explicó Isaac Paredes, tercera base del equipo tricolor. “Creo que cada uno de nosotros nos hemos convertido en ídolos con lo que hicimos, con nuestro esfuerzo y con los resultados que tuvimos. Esperábamos llegar a la final y aunque no se dio el beisbol da revanchas y volveremos al próximo Clásico más fuertes”.
Con la eliminación, los jugadores van a empezar a reportar con sus equipos de Grandes Ligas y de Liga Mexicana, para seguir con su preparación para el inicio de sus respectivas temporadas.
FCM