Corría el año de 1981, Fernando Valenzuela jugaba su segunda temporada con los Dodgers, un elemento que pasó del anonimato a convertirse en el mejor pitcher del año con el Cy Young, además de ser el Novato del Año y campeón de la Serie Mundial, derrotando en el Clásico de Otoño a los Yankees de Nueva York.
Comenzó la temporada de 1981 con 20 años de edad, gracias a la lesión de Jerry Reuss, arrancó con ocho triunfos en sus primeras presentaciones, blanqueando a sus adversarios en cinco de esos encuentros, para terminar la campaña con una marca de 13-7 y un promedio limpio de carreras de 2.48.
Aunado a sus grandes números, sobresalió en cuatro categorías distintas de la Liga Nacional, en sus 25 aperturas fue líder en ponches con 180 y 192 entradas, 11 juegos completos y ocho blanqueadas, asimismo firmó tres triunfos en postemporada, incluida la del Clásico de Otoño ante los Yankees.
Pero su temporada fue más allá de los números, su repercusión fue tanta que marcó un fenómeno cultural y un hito en el deporte mexicano, en especial, de los fans angelinos, el pitcher mexicano tocaba la gloria de las Grandes Ligas, y en las calles era todo un portento, todos aclamaban a un jugador que pasó de ser desconocido a ser la estrella del equipo.
Pero no todo fue furor, incluso hubo pseudoaficionados que se tomaron mal el buen momento de Fernando con los Dodgers, al grado de amenazarlo de muerte, para ser específicos en el duelo ante San Luis, El Toro tuvo que ser evacuado del estadio por una salida de emergencia escoltado por agentes de la FBI. Por fortuna la llamada no pasó a mayores.
Aunque hubo otros momentos que pusieron en tensión a Fernando Valenzuela como el día que una fan ingresó al campo y le robó un beso al jugador ante el júbilo del estadio, y el propio asombro de Fernando que se quedó inmóvil ante dicha acción. Además de eso, en julio de 1981 la revista Playgirl eligió a El Toro como uno de los 10 hombres más sexys del mundo.
Lo hecho por Valenzuela no ha sido igualado por ningún otro jugador mexicano, y aunque ha habido elementos de buen momento no se compara lo hecho por El Toro en 1981.
ZZM