Para muchas franquicias deportivas de Estados Unidos, venir a la Ciudad de México tiene un punto de especial atención en la altura, pero para Gabe Kapler, esto pasó a segundo término en comparación con el tráfico.
Consciente de que en la capital de nuestro país el tráfico es un problema de mucho tiempo (al igual que en otras urbes como Nueva York o Los Ángeles), el mánager de los San Francisco Giants intentó llegar al estadio Alfredo Harp Helú por medio del metro.
Después de todo, lo veía viable debido a que el jueves que llegaron por la noche, su autobús tardó dos horas en llegar del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México al Hotel Hyatt en Polanco, quiso intentar conocer la ciudad de una forma más cercana.
Pero tal vez no al lado de una carretera muy transitada. Tal vez no esquivar seis carriles de tráfico. Especialmente cuando ya llegas 15 minutos tarde a tu propia conferencia de prensa. Y todavía queda media milla de marcha a pie por recorrer. Pero no le fue como esperaba.
“Gracias por ser pacientes porque llegué tarde hoy”, dijo Kapler en la sala de usos múltiples del estadio Alfredo Harp Helú. Originalmente, estaba programado que diera la primera de las conferencias de prensa de los Giants, pero al no llegar, habló primero Alex Cobb (abridor para el juego del domingo) y luego Sean Manaea, que subirá a la lomita de las responsabilidades este sábado.
“Como estamos empezando a aprender en la Ciudad de México, el tráfico es… bastante denso”, relató el manejador, que intentó aprovechar la mañana de este viernes para recorrer un poco de la Ciudad y que intentó evitar el tráfico – la organización de San Francisco optó por programar antes las salidas de los autobuses del hotel al estadio, como previsión del tráfico.
Intentando llegar antes y evitar la hora pico, Kapler probó llegar por el Metro. Todo marchaba bien, hasta que escuchó a seis estaciones del Metro Puebla (probablemente en el Metro Chabacano o Metro Jamaica, de acuerdo con su relato), que el altavoz solicitó en español que todos bajaran del tren. Con poco entendimiento del español y cierta confusión, Gabe bajó del andén y siguió a los demás, esperando el camión.
“Como estamos empezando a aprender en la Ciudad de México, el tráfico es bastante denso”, reconoció el mánager, que tampoco pudo evitar el tráfico en el autobús. Apenas pudo comunicarse con su español y el Google Traductor de su iPad (su teléfono celular se quedó sin pila) para pedirle que le dejara en medio de la avenida.
Llegó a pie al estadio y no lo dejaban pasar, porque no le reconocían su pase de MLB. Andrew Baggarly, corresponsal de The Athletic, también llegó tarde porque su Uber no avanzaba entre el tráfico. Fue gracias a que ambos consiguieron pulseras y lograron hablar con autoridades de MLB que lograron pasar. Una anécdota bastante divertida de un momento especial de cara a la serie entre San Francisco Giants y San Diego Padres en la Ciudad de México.
DAO