El increíble error que les costó la derrota a los Dodgers

Las fallas de Kenley Jansen y Randy Arozarena quedaron opacadas por los errores de Chris Taylor y, sobre todo, Will Smith, los cuales definieron el Juego 4 de la Serie Mundial

Will Smith (AFP)
Rodrigo Rocha
Ciudad de México /

La que comenzó como la noche de Julio Urías terminó siendo una tragedia para los Dodgers. Y el mexicano no tuvo nada que ver con ello.  

La última jugada el Juego 4 de la Serie Mundial de 2020 quedará en el recuerdo de todos los aficionados al beisbol y de los Rays de Tampa Bay, pero sobre todo de los aficionados de Los Angeles Dodgers.

Y es que en la épica jugada en la que se conjuntaron cuatro errores, la falla de Kenley Jansen (nuevo dueño del récord de más salvamientos desperdiciados en Serie Mundial, al sumar su cuarto) y el traspié (literalmente) de Randy Arozarena (cuyo error fue el mal corrido de bases y no caerse, obviamente) fueron opacados por los errores (horrores) de otros dos peloteros: Chris Taylor y Will Smith.

Jansen permitió un imparable al emergente Brett Phillips cuando había corredores en primera y en segunda, como ya había dos outs (¡y de hecho, los Dodgers estaban a un strike del triunfo!), aunque éste era un batazo de muy poca fuerza, los corredores salieron con todo y parecía que el empate podía llegar aunque la jugada fuera apretada... y así fue, pero una pifia de Taylor al recoger la pelota en el jardín hizo todo más fácil para Kevin Kiermaier, quien pudo anotar sin problemas la de la igualada.

Todo parecía quedar ahí, pero de pronto Randy Arozarena, que corría desde primera, tuvo la intención de convertirse en héroe anotando también la de la victoria, pero al doblar por la antesala y encaminarse a la goma simplemente perdió la vertical y quedó a media distancia, por lo que parecía un out fácil, pues la bola proveniente del jardín iba a llegar con tiempo de sobra a la mascota del receptor... pero ¡oh sorpresa!

El tiro de relevo cumplió, pero Will Smith quiso voltearse a tocar a un Arozarena que no estaba ni cerca y por las prisas simplemente perdió la pelota, que le rebotó en el guante y se fue fuera de su alcance.

Arozarena, que se daba por perdido, se levantó y recorrió la distancia que le faltaba para tocay desplomarse sobre el plato mientras sus compañeros corrían detrás de Phillips en los jardines.

Smith y los Dodgers, cabizbajos, debieron retirarse con la derrota a cuestas en un juego que, sin duda, quedará para el recuerdo por su final épico.


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