Josh Hamilton, exastro de los Rangers de Texas, enfrenta un cargo grave, luego que su hija adolescente lo acusó de golpearla.
Un jurado investigador en el condado de Tarrant acusó el lunes a Hamilton de lesiones a un menor de edad. El expelotero de 38 años permanece libre, bajo una fianza de 30 mil dólares, luego de entregarse a las autoridades.
Si se le declara culpable, enfrentaría una condena que iría de dos a 10 años de prisión.
Los abogados de Hamilton indicaron que el exjugador, miembro del salón de la fama de los Rangers, es inocente. Su hija de 14 años dijo a su madre, exesposa de Hamilton, que el deportista retirado la golpeó, al enfurecer por un comentario que la joven le había hecho.
De acuerdo con una declaración jurada de un detective del departamento policial de la localidad de Keller, la hija de Hamilton denunció ante las autoridades que el exjardinero cometió la agresión el 30 de septiembre.
La adolescente dijo que provocó la ira de Hamilton con un comentario. Añadió que su padre le había arrojado una botella llena de agua, golpeándola en el pecho, antes de insultarla a gritos.
Luego, Hamilton retiró una silla en que su hija tenía apoyados los pies. Destrozó la silla, al arrojarla con fuerza, señala la declaración ante los detectives.
De acuerdo con la joven, Hamilton la tomó por los hombros y la levantó de otra silla, donde estaba sentada. La denunciante dijo que cayó al piso, antes de que su padre la cargara sobre uno de sus hombros y la condujera a su habitación.
“Lo siento”, dijo la joven a su padre, de acuerdo con la denuncia.
Cuando llegaron al dormitorio, Hamilton habría arrojado a su hija en la cama, antes de presionarle la cara contra el colchón y golpearle las piernas con la mano y el puño.
“Espero que vayas con el... juez y le digas qué terrible padre soy, de modo que yo no tenga que verte más y tú no tengas que volver a mi casa”, le dijo entonces Hamilton a la joven, intercalando una palabra soez, según la declaración.
Reclutado por Tampa Bay como la primera selección en el draft amateur de 1999, Hamilton estuvo cerca de destruir su carrera por la adicción a la cocaína y al alcohol. Volvió al béisbol con Cincinnati y debutó dentro de las mayores en 2007, cuando bateó 19 jonrones en 90 encuentros, antes de ser cedido en canje a los Rangers.