El jardinero estrella de los Atlanta Braves, Marcell Ozuna, recibió el lunes una fianza de 20 mil dólares por cargos de agresión agravada por haber estrangulado a su esposa.
El dominicano fue detenido el sábado después de que los agentes de policía del suburbio de Sandy Springs, en Atlanta, dijeran que fueron testigos de cómo atacaba a su mujer, Génesis, mientras respondía a una llamada al número de emergencias 911.
En su primera audiencia en la Corte Magisterial del condado de Fulton, Ozuna recibió una orden de no contactar a su esposa. Se tiene previsto que sea puesto en libertad el mismo lunes.
En la corte, los abogados indicaron que la pareja estaba en proceso de divorcio. Génesis Ozuna fue detenida el año pasado en Miami bajo cargos de violencia doméstica.
Un comunicado del Departamento de Policía de Sandy Springs, informó que los agentes ingresaron a la casa debido a que la puerta delantera estaba abierta y escucharon gritos. Los agentes aseguraron que vieron a Ozuna tomar a su esposa del cuello y lanzarla contra la pared, además de que la golpeó con yeso de su mano izquierda lesionada.
La policía indicó que la víctima tenía lesiones visibles, pero que no fue llevada a un hospital.
Ozuna podría enfrentar una larga suspensión por parte de las Grandes Ligas, que tienen previsto revisar la situación bajo la política de violencia doméstica entre las mayores y el sindicato de jugadores.
El dominicano se encontraba en la lista de lesionados y se esperaba que estuviera fuera más de un mes, luego de que se dislocó dos dedos de la mano izquierda al deslizarse en un juego ante Boston la semana pasada. En el video de la corte se podía observar el yeso amarillo.
Ozuna volvió a firmar con Atlanta tras una gran primera campaña con los Bravos en 2020, en un acuerdo por cuatro años y 65 millones de dólares. Tuvo un promedio de bateo de .338 y lideró a la Liga Nacional con 18 jonrones y 56 remolcadas, además de que terminó sexto en la votación al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
Se convirtió en uno de los favoritos de la afición por sus coloridas celebraciones, incluyendo simular que se toma una selfie tras un cuadrangular y el gesto como de revolver una olla tras un imparable.
Tuvo un inicio lento esta temporada, con un promedio de bateo de .213, siete jonrones y 26 impulsadas.
SFRM