La novena de Hermosillo regresó al trono después de diez años tras imponerse por blanqueada 4-0 a Venados de Mazatlán y con ello, concretaron la hazaña doble de sacar las escobas y alcanzar las 11 victorias consecutivas para así, reclamar su décima séptima corona.
Isaac Paredes, tomó turno durante la tercera entrada y supo descifrar los lanzamientos que Miranda le mandaba desde la loma, y como aquel viejo adagio dice_ "la peor de las tragedias sucedió con dos outs". El Tigre bateó un elevado que llevó a Andretty Cordero e Irving López a pisar el pentágono, rompiendo la corta seguidilla de argollas al mismo tiempo que colocó a su equipo a seis entradas del campeonato.
Y luego de cuatro entradas en silencio se cumplió el segundo adagio de la noche, la séptima de la suerte, trajo consigo dos rayitas más a Hermosillo y los puso a nueve outs de distancia del objetivo. Albert Martínez se puso en circulación con doblete, estafó la tercera y sumó a la cuenta con hit de Guty Murillo; luego el tijuanense asaltó la segunda y con hit de Cordero sumó el 4-0.
Venados lo intentó, agotó sus esfuerzos en vano pues el batazo oportuno no apareció, únicamente durante la quinta y sexta entrada, la serpentina sonorense pudo retirar en orden la tanda de bateadores.
Zach Matson fue gran responsable de que el trabajo desde el montículo fuera por buen camino al responder efectivamente durante las seis entradas completas que duró su labor, permitiendo solo cinco imparables, sin pasaportes y retirando a seis rivales por la vía del ponche, lo que le otorgó el triunfo.
Le siguieron Taylor, Salas y Marquez para un total de siete hits. Y es que el staff de pitcheo de los de la H lució de principio a fin permitiendo solo 28 imparables en toda la serie, de los que cinco se convirtieron en carrera.
En tanto que, Luis Fernando Miranda cargó con la derrota tras un sólido trabajo de cinco entradas en que ponchó a ocho rivales, labor que fue borrada con dos hits que se convirtieron en carrera y la consecuente derrota.