Ya hay un mexicano solo, con el récord solo suyo. Óliver Pérez recibió ayer la pelota para relevar, una más de las tantas ocasiones en que lo ha hecho para mantener la ventaja de su equipo. Ayer fue una más de esas… pero la de ayer fue muy especial.
Óliver Pérez llegó ayer a 18 temporadas en Grandes Ligas, y con ello se convirtió en el mexicano con más campañas en la Gran Carpa, rompiendo el empate que mantenía con otros tres peloteros, todos ellos de enorme calibre: Aurelio Rodríguez, Juan Gabriel Castro y el gran Fernando El Toro Valenzuela.
Durante los últimos años de su carrera, Óliver ha sido un relevista muy confiable, que ha sido utilizado para conseguir outs difíciles, en momentos complicados o ante bateadores importantes. Esta temporada, su rol cambiará un poco a causa de la nueva regla que impide relevos de un bateador, pero ayer el mexicano mostró que está listo para lo que tenga que hacer.
El de Culiacán fue llamado por el mánager Terry Francona para mantener una ventaja holgada en la séptima tanda. Cleveland, en un partido que, por cuestión emotiva, debían ganar para mantener la victoria de Carlos Carrasco.
El venezolano abrió un partido por primera vez desde que se le diagnosticó leucemia mieloide aguda, un cáncer que lo puso al borde del retiro y que lo mantuvo en quimioterapia por meses.
Carrasco volvió de manera increíble y lanzó un partidazo, poniéndose en posición de lograr la victoria tras retirar seis entradas esparciendo cinco imparables, permitiendo dos carreras y ponchando a 10.
Pero al iniciar la fatídica, Cookie permitió un doblete, así que ¿quién era la mejor opción para mantener esa victoria? El brazo más confiable del bullpen: Óliver.
El mexicano subió entonces a la lomita para hacer historia, su primer rival, el de la trivia, fue el emergente Ryan McBroom, y su labor la comenzó con un slider que se quedó afuera, pero el culichi se recuperó y lo terminó ponchando; luego enfrentó a Erick Mejía y le repitió la dosis; y terminó su labor perfecta obligando a Brett Phillips a rodar a primera.
Tres hombres, tres outs; victoria mantenida e historia hecha.
Fue la aparición 119 de Óliver con los Indians, su octavo equipo en las Grandes Ligas, a las que llegó en 2002 con los San Diego Padres. Luego jugó para Pittsburgh (con el que se encumbró), los Mets, Seattle, Arizona, Houston y Washington antes de llegar a Cleveland.
Óliver es el mexicano con más campañas en MLB a pesar de que en 2011 no vio acción y estuvo en peligro por culpa de una lesión.
El legado de Pérez va más allá de nuestro país, pues se ha convertido en uno de solamente 14 lanzadores no nacidos en Estados Unidos en jugar al menos 18 temporadas en la Gran Carpa.
De ahora en adelante, Óliver Pérez es sinónimo de historia del beisbol mexicano.