El primer paso para alcanzar su sueño de jugar en el mejor beisbol del mundo ya lo dio, es Rafael Nava Rivera, surgido del ejido Dolores (La Borrega) de ciudad Lerdo, hoy es jugador firmado por los Padres de San Diego para estar en sus ligas de desarrollo, donde pulirá sus habilidades en busca de la gran oportunidad que lo lleve jugar a la Gran Carpa.
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Rafael inició jugando como receptor, con el tiempo su brazo no pasó desapercibido por la organización de Algodoneros del Unión Laguna, donde despegó como la espuma, lo que llamó la atención del scout de los Padres, que lo firmó, dando así el primer paso, uno muy importante, en busca de su sueño.
“Me siento muy feliz y contento, gracias a Dios y a mis padres, este sueño se está haciendo realidad”, comentó muy feliz Rafael luego de estampar su firma en el contrato que lo liga con la organización de Grandes Ligas.
Jugar beisbol fue lo mejor que le pudo haber pasado, su padre fue el culpable y pilar de lo que ahora vive Rafael a sus 16 años.
“Fue en el rancho, en el ejido Dolores ‘La Borrega’, mi padre desde muy pequeño me enseñó a jugar beisbol, desde los seis años él me inculcó este deporte y es por eso que le debo mucho por lo que ahora estoy viviendo”, dijo.
Hay mucha gente detrás a quien agradecerle por cada paso caminado en su corta carrera.
“Inicié en Dolores en el llano, de ahí a los 9 años pasé a una escuela en Gómez Palacio que se llama Orioles, tuve muchos entrenadores como Cristobal Ortega, Cris Marmolejo, Freddy Mejía y Tavo Contreras, fueron quienes me empezaron a inculcar el beisbol más profesionalmente. También agradecer a José Luis “Gato” García, Toño González y Aarón Navarrete, estos últimos con Algodoneros”.
Ya le cayó el veinte. “La verdad ya me cayó el veinte, y me lo tengo que creer, es una realidad porque es por lo que tanto trabajé. Me siento todavía un poco nervioso y emocionado”, aseveró.
El primer paso ya se dio, ahora viene lo bueno en la academia de los Padres en República Dominicana.
“Es lo que debemos de ir a demostrar allá, que en México se tienen buenos peloteros; ir a representar a mi país es algo muy grande y vamos allá a demostrar lo que tenemos y lo que podemos hacer”.
Era un sueño de niño que ahora se ve más cerca que nunca. “Desde niño soñaba con estos momentos, le decía a mis papás que algún día iba a firmar en Grandes Ligas, y bueno ya dimos el primer pasito”, declaró.
Fue una bendición que San Diego se fijara en él, pues casualmente, admira a varios jugadores de ese equipo. “Es una organización muy grande, donde tienen y ha tenido grandes jugadores; Fernando Tatis, Manny Machado, es una organización seria. La felicidad que siento es muy grande”, concluyó.
CALE