Antes de cada juego, Valeria Quiroga, actual campeona de la Serie de la Reina 2024 con Charros de Jalisco Femenil y una de las mejores bateadoras de la Liga Mexicana de Softbol, suele enviar mensajes especiales a sus familiares y a su pareja, Juan Pablo Navarro. También hace una oración a Dios y a San Miguel Arcángel, aunque de igual forma se encomienda a sus abuelos. Dice que no es supersticiosa, pero cree que pedirle a Dios sabiduría y apoyo, nunca está de más.
En entrevista con MILENIO-La Afición, la pelotera nacida en Brownsville, Texas y criada en Matamoros, Tamaulipas, dice sentirse muy contenta y agradecida de ser parte de los Charros, de Jalisco, aunque confiesa que su abuelo, que en paz descanse, le iba al equipo de Sultanes de Monterrey.
La primera base de Charros habla con entusiasmo del apoyo incondicional recibido por parte de su familia y de las oportunidades que el deporte le ha brindado a lo largo de su vida, incluyendo una beca para estudiar criminología en la universidad de William Penn en Oskaloosa, en Iowa, Estados Unidos
"Mi mamá tiene una habitación asignada en casa donde guarda todos mis reconocimientos, trofeos, fotos, uniformes, periódicos y medallas. Mis hermanos mayores se quejan porque ellos también jugaron beisbol, pero mi mami siempre me apoya".
A Valeria se le viene a la memoria todo lo que su madre ha hecho para impulsar su sueño de ser softbolista profesional. "Ella atesora todos esos recuerdos con mucho cariño, para que nunca se me olvide que puedo lograr grandes cosas" expresa la pelotera, secándose las lágrimas de su rostro. "Una disculpa, soy muy sentimental".
Con una dulce sonrisa, Valeria invita a todo el público a seguir apoyando la Liga Mexicana de Softbol para que en el futuro las niñas que desean jugar de manera profesional, cumplan y vivan sus sueños, tal y como ella los está cristalizando.
El 2 de febrero, conectaste un Grand Slam contra El Águila de Veracruz en el Estadio Panamericano de Guadalajara. Fue el tercero en la historia de la Liga Mexicana de Softbol y te uniste a la lista de jugadoras que han logrado dos o más jonrones en un juego, ¿cómo te sientes de ello?
"Me siento feliz, personalmente trabajé por ello, estos meses me preparé consciente de que la Liga Mexicana de Softbol estaría más fuerte, y con estos resultados que vengo obteniendo, estoy realmente satisfecha porque estoy haciendo algo por mi equipo. He trabajado, desde muy pequeña, para ser una jugadora completa, siempre me preparo intensamente, y en estos momentos estoy dando lo mejor de mí, deseando que Charros Femenil llegue nuevamente a las finales en la temporada 2025".
¿Quiénes te inculcaron el amor al softbol?
Mi mamá Imelda es pitcher, viene de familia softbolera. A mi abuelito, que en paz descanse, le gustaba mucho el beisbol y su equipo favorito eran los Sultanes de Monterrey… Ahora yo juego en un equipo contrario. (Levanta los hombros y lanza una sonrisa pícara). Mi papá Eder también juega, así que ellos me llevaron a mis primeras prácticas de beisbol a los cinco años en la liga La Vida del Refugio, en Matamoros, Tamaulipas. Es un deporte que dejé de jugar a los 12 años, cuando los niños empiezan a desarrollar más fuerza, por lo que mi mamá y mi papá me enseñaron el softbol, que empecé a practicar y por el cual obtuve una beca para estudiar criminología en la Universidad de William Penn.
¿Le pediste una foto a la pitcher estadunidense Megan Faraimo, de Diablos Rojos Femenil?
Sí, quise tomarme una foto con ella, ya hasta ahora que juego en contra de ella, debido a que en Estados Unidos nunca nos enfrentamos porque estábamos en diferentes divisiones. Con las jugadoras de los equipos de la Liga Mexicana de Softbol es importante formar amistades y aprender. Realmente era un sueño batearle a Megan Faraimo, y lo logré al jugar contra Diablos Rojos Femenil, en el Estadio Alfredo Harp Helú. Le pegué un hit, aunque también me ponché. Valoro enormemente el aprendizaje obtenido y por eso busqué tener una foto del recuerdo, destacando lo bonito del softbol y las amistades que se forjan en este deporte.
RGS