El nayarita Víctor González entró al Juego 5 en un momento crucial en la octava entrada. Con la pizarra 4-2 a favor de los Dodgers y Kevin Kiermaier corriendo por primera tras haberse embasado al conectarle un sencillo a Dustin May, El Corita fue el elegido para apagar el fuego.
Y no sólo cumplió, sino que lo hizo como los grandes.
Entonces Ji-Man Choi entró como emergente por Mike Zunino, pero con la entrada de González, un pitcher zurdo, el mánager Kevin Cash optó mejor por el bateador derecho Mike Brousseau, quien fue entonces el primer enemigo del mexicano. Brousseau tuvo un gran turno y lo coronó sacándole el pasaporte a Víctor. Y entonces había corredores en primera y segunda con sólo un out; los nervios estaban al máximo.
El siguiente en el orden era el bate más encendido de Tampa Bay: el cubano-mexicano Randy Arozarena, pero Víctor lo dominó con un lanzamiento, forzándolo con un slider a elevar al center. Había uno fuera y los corredores no se habían movido.
Pero entonces venía otro peligro: Brandon Lowe, a quien Víctor le lanzó un par de sinkers para forzarlo a también elevar al central y así terminar con la amenaza.
¿Los Dodgers necesitaban un apagafuegos?, bueno, pues Víctor González levantó la mano para decir ¡aquí hay uno!