Tras la derrota sufrida en mayo ante el monarca ruso Dmitry Bivol, el multicampeón mexicano Saúl Álvarez estaba dispuesto a volver a intentarlo. Subir de nuevo a las 175 libras y enfrentar a aquel peleador que no le permitió acomodarse.
Sin embargo un cambio de condicones alejó a los rivales. Ahora con un triunfo sobre Canelo, Bivol y su equipo querían mejorar las condiciones contractuales para hacer de un segundo enfrentamiento algo mucho más atractivo para ellos, pero fue demasiado para la promoción, por lo que Saúl y su equipo se enfocaron en un reto que tenían por ahí pendiente.
Este 16 de septiembre, en la Tmobile Arena, el tapatío - que hoy cumple 32 años – se medirá al monarca kazajo Gennady Golovkin en los supermedios con los cuatro cinturones de Canelo sobre la línea. Esta pelea, con la que cerrarán una trilogía, llegará 4 años después de su anterior contienda y promete ser igual de explosiva.
Otro elemento que se interpone entre Canelo y Bivol es el deseo del monarca ruso de convertirse en unificado. En algun momento – posterior a su triunfo – Bivol aseguró que podría bajar a los supermedios para enfrentarse ahí a Canelo por sus coronas, una idea que pronto abandonó, pues ahora también tiene en la mira a su compatriota Artur Beterbiev, quien tiene en su poder tres de los cuatro principales títulos.
El promotor inglés Eddie Hearn, quien dirige la carrera de Bivol y colabora con Canelo, aseguró que dentro del horizonte del monarca ruso está la posibilidad de que se mida ya sea al mexicano Gilberto Ramírez o al contendiente inglés Joshua Buatsi (que también está dentro de su establo, por lo que puede ser una opción más viable). Esta pelea intermedia reponde a la necesidad de mantener en activo al ruso en lo que Canelo cumple con la cita que tiene programada con Triple G.