Entre cánticos, colores y visitantes de todos lugares, la explanada del Estadio Akron se llenó de vida y expectación por ver el regreso del hijo pródigo de Guadalajara, Saúl ‘Canelo’ Álvarez.
“Canelo, Canelo, Canelo”
Cubiertos con la bandera tricolor y con el nombre de Juanacatlán en letras doradas, ‘de la mera tierra del campeón’, llegó un grupo de amigos que salieron de casa desde temprana hora para hacer la carnita asada y ¿por qué no? quitarse la sed.
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“Hoy ganamos por nocaut, cae entre el siete y el nueve ¡Puro Juanacatlán!”
“No importa el precio con tal de ver al campeón y más que nada porque fue mi hija quien me pidió venir a verlo”, comentó Jorge, quien hizo el viaje desde la CDMX junto con su familia y hasta el compadre se trajo.
“Mi comadre no sabe que él está aquí, pero ya se va enterar”, señaló entre risas.
Conforme la tarde avanzaba, el desfile de asistentes se hacía más abrumador y aunque pocos, Ryder emocionó al público inglés que recorrió más de 8 mil kilómetros para hacer presencia en la Perla Tapatía.
“No hay más, Ryder es el mejor”, celebró el aficionado mientras la bandera británica se agitaba sobre su cabeza.
Finalmente sonó la campana marcando el inicio del combate más esperado de la noche y con ello se encendieron las voces en la tribuna coreando el ‘Cielito Lindo’ al unísono.
Le siguieron el ‘México, México’ y ‘Canelo, Canelo’, cánticos que fueron interrumpidos por la emoción de ver a Ryder caer a la lona en dos ocasiones, pero pese al aliento del público, la batalla se tuvo que definir hasta las últimas consecuencias.
“Faltó el nocaut, pero estamos muy orgullosos de ‘Canelo’, siempre aguerrido, además de que fue un gran espectáculo todo lo qué pasó esta noche”, describió Norma al concluir la noche.
‘Canelo’ defendió su corona con gallardía manteniéndose como campeón unificado de los supermedianos.
JMH