La pelea del 6 de mayo ante John Ryder, es una promesa desde los inicio de Saúl Canelo Álvarez.
El mejor libra por libra de los supermedianos regresa a su tierra 12 años después, para cumplir lo que dijo cuando inició en el pugilismo.
“Para él es regresarle algo a su afición, a su gente, hace 12 años fue la última pelea y pelea tras pelea recuerdo que siempre decía voy a regresar escribiendo historia en Jalisco y hoy, en este marco de los 200 años, por supuesto que es un gran evento y gran regalo. Estar con su gente a él lo renueva, lo revitaliza. Estamos contentos”, contó su hermano mayor, Gonzalo Álvarez en entrevista con La Afición.
El boxeador tapatío es la estrella de ese deporte en México y un referente a nivel mundial, por lo que la pelea en el estadio de las Chivas es una primera oportunidad para verlo en vivo.
“Mi abuelita por ejemplo va a ser la primera vez que lo vea pelear en un escenario tan importante como es el Akron, representa una emoción de sentimiento hacia lo que es las raíces de nuestra familia, mi abuela es nuestro pilar que amamos con todo el corazón, ha sido un sueño de ella estarlo viendo en vivo y va a ser una realidad”, señaló.
Como parte de la función en el Estadio Akron, saltará al ring Johan Álvarez, el sobrino de Canelo que busca posicionarse en el boxeo mundial teniendo al campeón como inspiración.
“Representa una inspiración, un ejemplo de respeto a este deporte tan importante, la disciplina, el amor con el que lo debes de hacer, subirte a un rin es arriesgar tu vida, el boxeo lo es un poco mas como los deportes de contacto. Por supuesto que existen las comparaciones y van a existir toda la vida, pero no queda más que hacer su trabajo con mucho amor y mucho respeto para que tenga los buenos resultados. Hoy lo veo inspirado en mi hermano y más ahora que va a ser parte de la función del 6 de mayo”, comentó el presidente municipal de Zapotlanejo.
El estilo de boxeo de Canelo es una representación de la idiosincrasia del mexicano, mismo que lo ha distinguido y ha sido parte del éxito en su carrera.
“Distingue a mi hermano con esa pasión que representa a México en su técnica, en su defensa, en su contragolpe, los mexicanos siempre han sido muy buenos en ir para adelante, echados para delante, que no se rajan veo a mi hermano siempre valiente a pesar de cualquier adversidad. Sabe cambiar las estrategias, si se ve abrumado, lo lee y cambia la estrategia y empieza a dar su pelea”, expresó Gonzalo.
Si algo ha distinguido al pugilista desde los 14 años desde su etapa como amateur ha sido el sueño de ser campeón, ser testarudo, disciplinado y dedicado ha rendido frutos.
“Sabíamos que iba a llegar porque tenía muchísimo talento, tenía todo el apoyo de nuestra familia, como lo tiene ahora y siempre fue muy disciplinado, se hizo campeón del estado, se hizo campeón nacional y estoy hablando de cumplir los sueños, los temas económicos vinieron muchos después, muchos boxeadores saben que le inicio es muy duro, incluso a veces te pagan con boletaje”, dijo.
“El brillo de sus ojos cada que lograba una meta, cada que era campeón, el brillo era el pago para nosotros como familia para seguirlo impulsando y no se rajara”.
El 28 de junio de 2008 quedó en la historia de la familia Álvarez Barragán y de récord Guinness, única función donde el ahora edil de Zapotlanejo, Gonzalo, y el campeón de los supermedianos, Saúl, coincidieron.
“En calle 2, en Zapopan, baje 14 kilos en 22 días, otros de mis hermanos también bajaron. Saúl peleo con un buen boxeador que era el Títere Vázquez. Eran peleas complicadas, para mi fue muy complicado porque llegamos al peso el mismo día, un viernes a las 12 del día, tuve que pesar 70 kilos cuando nunca, ni de joven he pasado menos de 75 kilos”, contó.
“Pesé 70 y mi rival llega con 75 kilos, me hubiera aguantado tantito, hubo una descomposición, esa pelea yo la perdí, mis piernas no aguantaron en el tercer round, aún a pesar de que iba ganando”.