Después de años de estar dandole vuelta al momento, la peleadora Jackie Nava por fin tenía el plan perfecto para su retiro, hasta que se atrevesó en su camino el coronavirus.
“Pareciera que Dios no quisiera que me retirara”, dijo en esta semana entre risas la ex monarca mexicana que desde el año pasado insistía que había llegado el momento de disfrutar a su familia - a sus hijas, sobre todo – luego de haberse dedicado en cuerpo y alma al boxeo por 19 años.
Pero la idea de una última gran pelea, la mantuvo enfocada en el gimnasio y todo se empezó a acomodar. Por fin, luego de casi una década de mencionar una pelea ante Mariana Juárez –otra de las pioneras del boxeo femenil mexicano– los promotores habían llegado a un acuerdo e incluso ya tenían fecha y lugar.
“Todos los planes pararon. La fecha se canceló y empezamos la cuarentena en donde me mantuve entrenando lo mejor que pude. Pero en verdad necesitaba regresar, llevo un año lejos del ring y no quiero que se siga acumulando”, explicó la tijuanense, quien fue la primera campeona mundial que tuvo el Consejo Mundial de Boxeo en su historia.
Este sábado, Jackie regresa a un ring bajo condiciones muy diferentes a lo que había imaginado y con la incertidumbre de no saber si en un futuro cercano se dará esa pelea con la Barby Juárez para que pueda decir adiós.
Mientras tanto, primero tendrá que quitar del camino a Estrella Valverde, peleadora del Estado de México que llega con el hambre de saber que un triunfo sobre La Princesa Azteca podría cambiar su futuro.
“Me encantaría saber qué es lo que pasará ahora, pero primero tendremos que esperar, pues la pelea con Mariana es una pelea que se tiene que dar cuando el público esté presente, pues es algo para ellos. Una pelea muy especial. Ojalá y pueda darse antes de que termine este año”, finalizó Nava Mouette, quien pondrá sobre la línea una vez más su prestigio y su récord de 35 victorias, 16 nocauts, 4 derrotas y 4 empates.
SFRM