El proceso de Ramla Ali en el boxeo ha sido meteórico, en donde pasó de ser una niña refugiada que huyó de una Somalia devastada por la guerra a convertirse en la primera boxeadora musulmana que peleará en Arabia Saudita como cartel de apoyo a la pelea de revancha entre el campeón de los pesos completos, el ucraniano Olexandr Usyk y Anthony Joshua.
Ramla tiene 32 años y no sólo se convirtió en la primera boxeadora somalí en participar en unos Juegos Olímpicos, también ha llevado su carrera en el ring a la par que ha hecho activismo por las mujeres y por su pueblo en busca de igualdad y equidad, es autora y también modelo en donde fue elegida por Meghan Markle para ser portada de Vogue.
"Es algo único. Nadie más será el primero, y tanto para mí como para mi rival (la dominicana Crystal García), nuestros nombres quedarán grabados en la historia. Es una sensación increíble", dijo en una entrevista reciente con la BBC.
"Si estoy tratando de luchar por los derechos de las mujeres, por qué no voy a apoyar a un país que está tratando de hacer un cambio, que está tratando de cambiar los derechos de las mujeres", abundó respecto a las protestas por su participación de presentarse en un país con que ha sido acusado de tener problemas con los derechos de las mujeres.
Ramla conoció el boxeo en Inglaterra, en donde su familia encontró refugio luego de salir huyendo de Somalia, en donde uno de sus hermanos murió, y comenzó a entrenar para controlar su peso. A escondidas de su familia – pues solo su otro hermano conocía su afición – Ramla comenzó a ganar torneos en Inglaterra y ya no pudo ocultar el secreto, sobre todo a su madre.
Aprovechando el viaje a medio oriente, Ramla – quien es musulmana devota – pretende realizar la la Umrah, una peregrinación a la ciudad santa de La Meca.
EM