Cuando hablamos de boxeo, usualmente, imaginamos deportistas con físicos esbeltos y atléticos, sin embargo, en la categoría de más de 200 libras hay púgiles que no entran en dicha descripción.
A finales de la década de los 90 y los primeros 10 años de los 2000, Eric 'Butterbean' Esch robó reflectores en la división boxística de los pesos pesados por su carisma, enorme corpulencia (1.82 metros de estatura y 193 kilogramos) y poder en los puños.
El oriundo de Atlanta, Estados Unidos, adquirió su apodo luego de basar su dieta en pollo, mantequilla y frijoles para bajar 20 kilos previo a un combate de lucha libre; porque también incursionó en el mundo de las artes marciales mixtas y del pancracio.
Con 28 años, 'Butterbean' debutó en el pugilismo en 1994; tras 19 años de carrera profesional se retiró en 2013 presumiendo un récord de 77-10-4, 58 KO’s. Cabe destacar que sólo un cuarteto de sus 91 peleas fueron a más de cuatro asaltos, por los cual se le conocía, de igual manera, como 'The King of the 4 rounders'.
Eric Esch se volvió mediático en el mundo deportivo, donde el máximo logro fue adjudicarse el cinturón mundial de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), gracias a su gran tamaño, sus icónicos calzoncillos con la bandera estadounidense y sus espectaculares nocauts. Esta popularidad lo llevó a aparecer en programas (Big Law: Deputy Butterbean), películas (Jackass: The Movie) y hasta video juegos.
Dedicarse a la carpintería y a la creación de vinos son las labores de 'Butterbean', quien tiene tres hijos con su esposa Libby Gaskin, en la actualidad, ya con 52 años de edad.
FCM