'Rey' Martínez, el niño hiperactivo que terminó siendo campeón mundial de box

Edición Fin de Semana

Este deporte canalizó la personalidad de Rey Martínez, actual monarca mosca del CMB, quien reconoce que toda la vida ha sido impulsivo y peleonero

'Rey' Martínez, el niño hiperactivo que terminó siendo campeón mundial de box
Érika Montoya
Ciudad de México /

“Desde chico me gustaban los trancazos, me gustaba pelearme”, comienza a narrar César Rey Martínez desde el parque en Azcapotzalco, que por años fuera su lugar de entrenamiento. Actual campeón de peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo, título que ha expuesto en cuatro ocasiones, nadie mejor que su padre, Aurelio Martínez, para explicar cómo llegaron a la decisión de canalizar la hiperactividad que César mostraba desde niño hasta convertirlo en acreedor de un cinturón.

Un camino con sacrificios que lo ha llevado a enfrentar recientemente una figura como el Chocolatito González y a ser reconocido por su estilo ofensivo.

“Mi hijo toda su vida fue un niño hiperactivo y por medio de la escuela nos dijeron que había que llevarlo a hacer deporte. Los llevamos a natación y al box, tenía como ocho años. Todo iba bien, terminaba su entrenamiento, íbamos a su casa y como a los 15 minutos se le volvía a cargar la pila. ¡Tremendo!"

“Su maestro me dijo que César era bueno y que podía hacer algo con disciplina. Nos invitaron a un torneo y le dije ‘¿Hijo, quieres pelear? A mí no me digas, el que se va a subir eres tú y el que va a recibir los guamazos. Piénsalo. Aquí nadie te va a forzar.’ Y le gustó, en la secundaria defendía a su hermana, se peleaba, y me lo echaban para afuera, lo metía a otra secundaria y lo mismo. Llegó y me dijo que no le gustaba la escuela y que se iba a dedicar al box”.


En secundaria tomó la decisión

La versión de César coincide. “Ya fue cuando me empezaron a meter más al gimnasio y a entrenar en distintos deportes como natación, fue que me gustó más el box. Fui fluyendo y no fue hasta secundaria que decidí ser boxeador. Quería hacer las cosas bien, ahí ya llevaba más de 100 peleas y le dije a mi padre que estaba seguro y me apoyó”. Don Aurelio, siempre presente en su camino y que viaja cada que puede con él, entiende que es una profesión en la que nunca se deja de aprender, pero quizá su primer factor de entrenamiento llegó con el hecho de haber nacido, haberse criado y formado en las entrañas de la Ciudad de México, ya que fue en Tepito donde deslumbraron sus primeros triunfos como adolescente.

“Donde vivo estoy muy contento, me gusta el ambiente y está mi familia. Mi secreto son las ganas de salir adelante, el orgullo y coraje que tengo; desde chiquito he sido impulsivo y peleonero, la decisión de querer seguir adelante, de querer ser más que otros, yo quiero superarme”, continúa César, quien viste pantalón y gorra de marca, cadenas y un ostentoso reloj.


“Me gusta”, agrega entre risas. Si bien lo que más disfruta son los combates y estar sobre el ring rodeado de gente alentando, en las principales carteleras, reconoce que no ha sido fácil alcanzar cierto nivel. “La disciplina, el peso, son cositas que tienen sus beneficios y sus contras. No desvelarte, no puedes salir, pero como todo viene la recompensa. Pero también, ya eres campeón y vienen más problemas, te reconoce más la gente. Ya todos quieren pelear contigo o los de abajo quieren pelear pero los de arriba ya no quieren”.

El título cambió su vida

Martínez describe su campeonato como el parteaguas en su vida, uno por el cual tuvo que esperar oficialmente unos meses en 2019, pues su combate ante el defensor Charlie Edwards se consideró no válido y no fue hasta que enfrentó por la vacante a Cristofer Rosales que pudo celebrar.

“Yo ya había quedado campeón una vez en Inglaterra, pero cuando no valió estaba sacado de onda. En la otra pelea, la que ya valía, el rival se enfermó y ya no iba a haber pelea. Al final todo salió bien y estoy muy agradecido. Fueron emociones fuertes, porque ya tenía el cinturón desde meses antes y tuve que hacer otra preparación para otro rival, así que el gusto ya lo tenía, pero fue una satisfacción muy grande. Hubo mucho esfuerzo. Nos guardamos un mes y medio, dos meses de campeonato, sin ver a la familia, sin ver a mis hijos y con dietas estrictas, los últimos dos días sin poder comer. Todo lo que se hizo valió la pena”.


Ahora asegura que lo que busca este 2022 es unificar cinturones, además de una revancha ante Chocolatito, ya que para el combate en marzo tuvo que subir a supermosca sin mucho tiempo de preparación. Aquel duelo levantó expectativas para la carrera de César Rey Martínez, que a sus 27 años tiene aún mucho que demostrar.

Cifra

18-2

Con 14 nocauts, es la foja de Julio César Martínez en el boxeo profesional

Frases

Mi secreto son las ganas de salir adelante, el orgullo y coraje que tengo; desde chiquito he sido impulsivo y peleonero”

Julio César Martínez

Boxeador mexicano

“Mi hijo toda su vida fue un niño hiperactivo y por medio de la escuela nos dijeron que había que llevarlo a hacer deporte”

Aurelio Martínez

Padre de Rey Martínez

MGC

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