Con 19 años de edad, el mexicano Carlos Maldonado Lara, se podría convenir en el talento más joven en representar a México en el deporte Olímpico de adiestramiento de caballos, - también conocido como "Dressage" - en los próximos centroamericanos, gracias a su constancia y disciplina.
La mejor herencia que le pudo dejar su bisabuelo fue el amor por los caballos, ya que hacía charrería, tradición que inculcó a su abuelo; sin embargo, su papá decidió separarse un poco de esto y comenzó con salto, tiempo después decidió practicar adiestramiento y por eso mismo Carlos comenzó a los tres años con clases hasta que poco a poco se fue convirtiendo en su más grande pasión.
A los siete años tuvo su primera competencia regional, era el más chico y quedó en segundo lugar, por lo que esta hazaña lo motivó para seguir preparándose. A los 14 y 15 se fue a una clínica a Portugal y a los 16 entró a Arte Ecuestre Jerez de la Frontera en España donde se formó mucho en el adiestramiento y luego llegó con su actual entrenador Antonio Rivera, que fue un jinete olímpico y actualmente es una de las figuras más importantes del Dressage en México.
"En lo personal me decidí por el adiestramiento en vez del salto porque genera mucha disciplina y exigencia. Por ejemplo, los concursos consisten en una serie de ejercicios, que varía desde los 16 hasta los 46 ejercicios aprox. - depende del nivel - en los que tienes que memorizar y buscar ciertas cosas que te piden en cada uno y ya con base en eso te otorgan una calificación, por lo que es una exigencia y perfección al límite" contó el joven jinete en entrevista exclusiva para La Afición.
Un día normal para Charly inicia a las 5:45 am, se levanta, se arregla y a las siete de la mañana ya le tienen preparado el primer caballo; normalmente hace ejercicios que tienen una duración que varía de 20 a 45 min en donde busca el balance, equilibrio, actividad, fluidez de cada caballo. A las 12 pm finaliza su entrenamiento, pero no su día, ya que después de ahí se baña y se va a estudiar a la universidad la carrera de medicina.
"Ambas actividades exigen mucho tiempo, pero si uno sabe administrarse bien hay tiempo para todo y obviamente el plan es hacer las dos cosas y por ahorita lo estoy logrando, pero si tuviera que elegir una definitivamente serían los caballos porque es mi pasión, lo que amo, lo que más disfruto hacer", aseguró.
Este 2018 competirá en la eliminatoria que se llevarán a cabo en abril y mayo, para ser parte del equipo nacional de Dressage que representará a México en los próximos Juegos Centroamericanos, si logra esto será el jinete más joven en ser parte del equipo mexicano de adiestramiento y aunque se le juntará con la escuela, confía en que si administra bien su tiempo lo logrará.
"Tengo solo 19 años y nunca en la historia de México ha habido un jinete de esa edad en unos centroamericanos, entonces el hecho de poder lograrlo es una gran motivación para mí; a lo mejor tendré que montar solo a Massimo, que es con el que voy a intentar clasificarme, ni modo sacrificaré a los demás, pero mejor una hora con Massimo bien que con cinco caballos y así podré cumplir bien con las dos cosas. ", afirmó.
Otra de las aspiraciones que tiene Maldonado es llegar a Tokio 2020 y representar a nuestro país y no lo ve sólo como un sueño, sino como algo posible ya que si algo que lo ha caracterizado en su trayectoria como jinete es la constancia y disciplina.
"Es un objetivo, obviamente hay que cumplir el ciclo olímpico, los centroamericanos, los panamericanos el próximo año y en su momento Tokio. Sí es posible, la verdad es que llevamos tiempo trabajando en esto, obviamente hay que entrenar más, echarle muchas ganas, no despegar los pies de la tierra y claro que es posible y en su tiempo me gustaría un Mundial, este año no porque es en septiembre, pero dentro de cuatro estaría increíble", asentó.
Por último quiso agregar que le gustaría que más niños comenzaran a practicar ese bonito deporte, el cual cree que podría crecer si hubiera más motivación por parte de la federación y apoyo.
"Para el salto, por concurso hay 300 competidores y en adiestramiento somos 50 a lo mucho, falta a lo mejor un incentivo sobre todo a los niños chiquitos para que se motiven. Si hay más niños o jóvenes que están por ahí ocultos y saben montar, deberían salir porque así yo estaba oculto hasta que me atreví y si tienen el apoyo vale la pena intentarlo; si por cuestiones económicas u otras circunstancias sienten que es difícil, que se acerquen con los patrocinadores, si les ven ganas, compromiso y talento seguro los apoyan, valdrá la pena", finalizó.