Diego Silveti quien debuto en el 2009 es un torero privilegiado, ya que pertenece a la cuarta generación de su familia que se dedica al arte taurino. Silveti tiene una licenciatura en Relaciones Internacionales, y a pesar de tener su carrera le ganó más el amor por ser torero y ahora tiene 12 años como lidiador.
“Mi inicio desde luego de ser familia taurina, la cuarta generación, pues desde niño ha sido una cercanía especial al mundo taurino, pero a partir de ahí a empezar como un juego a hacerme ya profesional, pues fue justo cuando termine mi carrera (soy licenciado en Relaciones Internacionales), y le comenté a mi familia que traía la inquietud y la vocación de ser torero, y de ahí empecé la preparación hasta mi debut que fue el 26 de agosto del 2009 allá en España”, manifestó Silveti.
Silveti se fue a hacer su carrera a España donde vivió 9 años, ya que ahí es más importante el tema taurino. También viajó a Francia, Portugal y algunos otros países donde pudo presentarse; sin mencionar que Diego también fue novillero.
“Cuando yo llego primero le entregó el título a mi mamá, porque era la promesa que le había hecho a mi mamá y a mi papá y después estaba mi abuelito, mi tío Alejandro que fue matador de toros, y ellos junto conmigo vimos que lo principal y donde esta lo más importante en el tema taurino es en España, y que la preparación, los inicios y mi carrera debería de estar por allá, y así fue. Fue un año y medio que estuvimos entrenando, que estuvimos ya metidos de lleno hasta que se dio mi debut en el 2009, y a partir de ahí tuvimos una carrera muy importante como novillero. Luego tomo la alternativa y vivir 9 años en España toreando en las mejores plazas, no solamente de ese país, también en Francia y Portugal”, expresó.
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El hecho de venir de una familia de gran prestigio en el arte taurino le abrió más rápido las puertas; pero no todo es favorable, pues al saber que viene de una gran familia las comparaciones se hicieron presentes.
“Es un orgullo pertenecer a esta familia, y sí te puedo decir que es algo natural que en los inicios se te puedan abrir las puertas con poco más sencillo por el hecho de que vienes de cuatro generaciones de toreros. Sin embargo, el proceso tiene que ser mucho más rápido, la gente te va a criticar mucho y más fácilmente, no te van a perdonar tantos errores como a otra persona, siempre la comparación esta desde el minuto uno y mucha gente quiere ver en ti a tu papá, a tu tío, abuelo, y cuando tú vas empezando, si en ese sentido uno tiene que ser consciente que el margen de error es mucho menor y que tienes que dar los pasos más a prisa”, comentó el torero mexicano.
No todo su mundo rueda en torno a los toros, también le gusta practicar el tenis, golf, futbol y le va a las Chivas. Cuando tenía entre 12 y 13 años quiso jugar en el futbol profesional, pero se dio cuenta que eso no era para él, pues su amor a los toros era mayor.
“Me gusta mucho el futbol y de hecho hubo un momento en el que tuve la inquietud de jugar en profesional cuando tenía 12 o 13 años, pero me di cuenta rápido que no era mi vocación. Lo sigo practicando, me sigue gustando mucho, me gustan muchos deportes, también cuando puedo los práctico, el tenis, el golf... me gusta ver en la tele los partidos de basquetbol, americano... Soy una persona común y corriente, solo que la vocación que tengo es totalmente diferente a la de todos, porque salir a jugarte la vida no cualquiera lo hace”, agregó.
Por último, agregó que se viene un buen cierre de año, pues se estará presentando en Irapuato el próximo sábado 20 de noviembre, en conmemoración de los 80 años de la Plaza 8 Begoña 8; en Guadalajara, Puebla, Tijuana, y el 12 de diciembre en Plaza México, en la corrida Guadalupana.